Los impuestos decidirán el ganador en Castilla-La Mancha
Ambos ofrecen mejorar el marco fiscal y la innovación en CLM
La pugna por hacerse con el cetro castellanomanchego ha mirado al electorado moderado que opta por la estabilidad. Es la principal ventaja con la que cuenta el presidente y candidato del PSOE, Emiliano García-Page, que busca su tercer mandato ondeando la mesura política. Su apuesta es clara, mantendrá congelados los impuestos y promete bonificaciones fiscales para las rentas medias y bajas. Además, parece decidido a terminar con las colas y esperas a las puertas de la administración desarrollando una sede electrónica que facilite el pago de impuestos.
El programa socialista cuenta también con medidas concretas para las empresas. Creará un bono crecimiento con 30.000 euros por pyme. Levantará una agencia de Castilla-La Mancha de captación de inversiones, y se lanza a impulsar las startups reforzando la estrategia de acompañamiento y creando una red de oficinas de asesoramiento de financiación empresarial.
En frente, el candidato popular, Paco Núñez, sube la apuesta y presenta un complejo plan de rebajas fiscales que incluyen una deflactación anual del IRPF en su tramo autonómico, una rebaja del tipo máximo del impuesto sobre la renta al 20,5% y del mínimo hasta el 8,5%. Si gobierna eliminará el impuesto de Sucesiones en adquisiciones mortis causa en los primeros 225.000 euros de base liquidable, elevando la bonificación hasta el 99%. También sumará a Castilla-La Mancha a la lista de comunidades que bonifican el 100% del impuesto de Patrimonio.
Su modelo económico buscará aprovechar su conexión con Madrid y Andalucía, creando un eje de crecimiento del sur de Europa. En su programa se compromete a aprobar una ley de simplificación administrativa y burocrática, y a crear semilleros de empresas TIC en todas las provincias. Por último, implantará un plan estratégico de I+D+i, que duplicará la inversión.