El BCE plantea que el fin de la liquidez barata azuza una ‘guerra’ de depósitos
El supervisor cree que la banca tendrá problemas para resistir ‘shocks’ adversos
La baja rentabilidad de los depósitos se ha convertido en una de las cuestiones que más controversia genera entre los ahorradores. Aunque el interés que ofrecen ha subido en el último año, aún se encuentra muy por debajo del de otros activos como las letras del Tesoro o los fondos monetarios. Los expertos creen que esta anomalía que se produce de forma generalizada en la eurozona, pero especialmente en España, está relacionada con el exceso de liquidez del que todavía goza la banca. Sin embargo, las políticas de drenaje de liquidez puestas en marcha por el Banco Central Europeo (BCE) podrían estar cerca de hacer efecto y forzar a los bancos a luchar por el ahorro. Los depositantes serán los grandes beneficiados, mientras que la banca se enfrentará a una situación de creciente fragilidad.
La banca, tradicionalmente, se ha financiado a través de los depósitos: ofrece una rentabilidad por ahorro de las familias y presta ese dinero a empresas y gobiernos a cambio de un interés. La diferencia -margen bruto por intereses- es lo que da de comer a las entidades. Pero, ¿por qué la banca desprecia el ahorro de los hogares? La hipótesis dominante para explicar la baja rentabilidad de los depósitos destaca que los bancos aún gozan de grandes cantidades de liquidez, producto de años de políticas monetarias muy expansivas en la zona euro. La banca ha usado el dinero gratis del BCE para financiarse en los últimos años, por lo que no ha necesitado el ahorro de las familias. Esta liquidez aún inunda los balances de los bancos, lo que desincentiva a las entidades a ofrecer más para captar el dinero de las familias, pese a que los tipos oficiales del BCE están cerca de máximos históricos.
El BCE explica en un informe publicado ayer, en el que estudia la transmisión a los depósitos de las subidas de tipos de interés, que “el traspaso de los tipos es menor en el caso de los bancos más grandes y líquidos”. Esto es evidente también en el mercado español, donde los bancos más pequeños y desconocidos son los que están ofreciendo unas rentabilidades por depósito más elevadas. Por el contrario, los grandes bancos mantienen posiciones más conservadoras en esta todavía incipiente lucha por el pasivo. El Banco de España también añade que la concentración del sector (pocos bancos tienen una gran cuota del mercado) permite mantener a raya la remuneración de los depósitos. El caso de los depósitos españoles es especialmente sangrante. Según los últimos datos publicados por el Banco de España, la remuneración media anual es del 1,36%, frente al 2,09% de la eurozona. Aunque la brecha sigue siendo importante, entre febrero (0,76%) y marzo (1,36%) ha aumentado con fuerza la remuneración en España. La tendencia podría estar cambiando y, quizá, lo haga con mayor intensidad en los próximos meses.
El exceso de liquidez se está evaporando. El BCE cambió las condiciones de las subastas de liquidez que aún seguían vivas, lo que está forzando a la banca a devolver de forma anticipada ese dinero. También, algunas de ellas están venciendo sin más. Pronto, la banca tendrá que recurrir al ahorro de las familias si quiere seguir operando. Así lo admite en este informe, donde también destaca que las salidas en depósitos los últimos meses puede ser otra palanca que incremente la rentabilidad de estos activos.
“Las salidas de depósitos y los reembolsos de las TLTRO podrían intensificar la competencia en el mercado de depósitos, lo que conduciría a una revisión de precios de depósitos más rápida y más alta que la observada recientemente... La mayor competencia ya se ha reflejado en tipos más altos para estos depósitos, especialmente para los bancos que operan en mercados más competitivos, con implicaciones negativas para los costes de financiamiento bancario en el futuro”, advierte.
Los depositantes serán beneficiados, mientras que la banca se enfrentará a fragilidad creciente