El fabricante de cepillos de dientes de Mercadona que volvió de China
El grupo valenciano Sp-Berner vendió su planta en Asia tras lograr producir en España las 32 millones de unidades que vende la cadena a unos costes similares
La explosión de la pandemia puso de relieve la dependencia de toda Europa de la gran fábrica del mundo: China. Una situación que se agudizó con los problemas en la cadena de suministro global, los retrasos y el encarecimiento del transporte internacional. Poco antes de que estallase esa tormenta perfecta, Sp-Berner, uno de los principales proveedores de productos de limpieza e higiene de plástico de Mercadona, decidió dar un volantazo a su estrategia para relocalizar en nuestro país los cepillos de dientes más básicos y económicos que suministra a la mayor cadena española de supermercados.
La compañía familiar valenciana, que fabrica desde los cubos y escobas a los envases herméticos que venden las tiendas de Juan Roig, se había instalado en China en 2006 siguiendo los pasos de muchas corporaciones occidentales. Una fórmula para poder competir en costes en los productos de menor valor y con mayor componente de mano de obra. El ejemplo perfecto de este tipo de artículo es uno de los productos superventas que fabrica para Mercadona: el cepillo dental manual que se encuentra en paquetes de tres unidades a un euro en sus estanterías. Un producto del que se venden 32 millones de unidades al año, según explica Jorge Escarpa, CEO de la compañía de plástico.
Automatizar, la clave
Sp-Berner empezó a preparar en 2019 una instalación específica en su complejo en Aldaya (Valencia) para producir esta línea con un objetivo fundamental: competir con los niveles de costes que tenía en China. Para ello realizó una fuerte inversión en equipos y en industria 4.0, lo que le ha permitido automatizar casi todo el proceso. “En China trabajaban más de 80 personas en esa línea de producción, mientras que aquí es-* tán trabajando unas quince personas gracias a la tecnología que hemos implantado”, explica el propio Escarpa. El máximo responsable de la empresa asegura que tras un periodo inicial en que paulatinamente lograron igualar los costes, ahora incluso están consiguiendo ser algo más económicos que lo que cuesta producir en China. Las subidas salariales en el país asiático ya estaban incrementando los costes, a lo que se ha sumado la escalada de precios y la incertidumbre en el transporte marítimo por las crisis de la guerra de Ucrania y los ataques en el mar Rojo. La vuelta de la fabricación de los cepillos de dientes de Mercadona a España es un símbolo de ese giro, que ha apostado por concentrar la producción en sus tres plantas valencianas en Aldaya, Chiva y Torrent, donde emplea a más de 800 trabajadores. En junio de 2022 el grupo vendió su factoría china ubicada en Suzhou al que era su director de operaciones en el país. Aunque la fábrica también vendía al propio mercado chino, la empresa española optó por desinvertir tras los parones generados por la pandemia y su deseo de centrarse en Europa. En su internacionalización, el grupo también compró un fabricante italiano de muebles de plástico, Shaf, del que mantiene la marca y el mercado, pero ya no produce allí.
“Hasta un radio de 2.000 kilómetros desde Valencia somos competitivos, a más distancia logísticamente
La firma de plástico fabrica desde tronas de bebé de Ikea a sillas de terrazas para Mahou
no sale rentable frente a los productores locales”, explicaba recientemente el directivo de Sp-Berner en una jornada organizada por el Observatorio Gece de Ivie y CaixaBank.
Pese a que buena parte de su crecimiento durante estos años ha venido con Mercadona, su cartera de clientes va mucho más allá. La cadena de Juan Roig hoy representa el 22% de sus ventas. Pero además produce artículos plásticos para gigantes como Carrefour o Ikea, En el caso del gigante sueco le suministra su trona de plástico o los cepillos de fregar. También fabrica 550.000 sillas de plástico al año que el grupo cervecero Mahou destina a terrazas de bares y restaurantes en cualquier rincón de España.
La empresa cerró el año pasado con unas ventas de más de 150 millones de euros, similares al ejercicio 2022. Una de sus grandes prioridades ahora es crecer en plástico reciclado, después de invertir más de 20 millones de euros en una planta propia en Torrent que le permite utilizar plástico reciclado para el 50% de su propia producción e incluso comercializar a terceros.
Esa división de plástico reciclado es una de sus cuatro patas. La de consumo, incluye los productos de limpieza, además de envases herméticos. También cuenta con una división industrial de palets y cajas de plástico para fábricas y plataformas logísticas, además de tapones. Por último, su división de mueble, que se centra sobre todo en mobiliario para terraza y jardín.