Los economistas elevan al 3,4% su previsión de déficit para 2024
Contradice la previsión del 3% proyectada por el Gobierno para este año
Los economistas elevaron ayer su previsión de déficit público para 2024 en una décima, hasta el 3,4% del PIB, al estimar que no se van a mantener los ingresos de 2023 por un menor crecimiento económico y un mayor crecimiento del gasto por parte del Gobierno. Este pronóstico contradice la previsión del Ejecutivo, que, en su Plan de Estabilidad 2023-2026, presentado en Bruselas a finales de abril del año pasado, aseguraba que el déficit se reducirá al 3% en 2024, un año antes de lo previsto, “por el control del gasto público, el incremento de los ingresos y el dinamismo del mercado laboral”, al tiempo que señalaba que, “para 2023 se preveía continuar en la senda descendente, situándose en el 3,9% del PIB.
Lo puso de manifiesto el Consejo General de Economistas (CGE) durante la presentación de su Observatorio Financiero y Claves Económicas sobre el tercer cuatrimestre de 2023. El Consejo recordó que el objetivo de déficit de la Unión Europea (UE) es del 3% para sus estados miembros y justificó el aumento de su previsión de déficit alegando que “no se van a mantener los ingresos del anterior ejercicio por el menor crecimiento económico y a pesar de que se recupere el IVA energético”.
Los economistas mantuvieron su previsión de crecimiento en el 1,6% para 2024. “Un dato que “dependerá de cómo evolucione y afecte el conflicto del mar Rojo al precio de los fletes de energía y materias primas”, dijo el presidente de las Comisión Financiera del CGE, Antonio Pedraza, quien subrayó: “Mantenemos nuestra cifra de crecimiento, ya que el fuerte crecimiento del 0,6% del último trimestre del año
hace que el año arranque con una inercia y una tracción positivas”. Pedraza calificó de “milagro” la situación económica de España dado el contexto actual.
Igualmente, el Consejo General de Economistas, mantuvo en el 11,7% su previsión de tasa de desempleo para este año, “un excelente dato en comparación con los de los últimos diez años anteriores”, destacó Pedraza, ya que el mercado laboral continúa mejorando, con una tasa de paro en descenso. La cifra de afiliados se sitúa en 20,8 millones, mientras que los costes laborales unitarios suben un 5%.
El experto señaló también que le preocupa la evolución de la inversión extranjera, que cayó a finales de 2023 y ha seguido bajando a principio de 2024, un problema que espera se revierta para que la economía siga creciendo. Otra de las cuestiones, que según él pueden afectar al crecimiento, es la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado, “ya que si las nuevas cuentas no salen adelante sería un elemento muy distorsionante que provocaría inseguridad y desconfianza”, dijo.
Pedraza también aumentó una décima la previsión del IPC medio, hasta el 3,2%, aunque “puede quedarse corta dependiendo de que el conflicto del mar Rojo, que afecta al precio de los fletes de energía y materias primas persista o se agrave”.
Asimismo, consideró que el porcentaje de endeudamiento sobre PIB se va a ver perjudicado por “el aumento de los salarios públicos, el incremento del coste de las pensiones y el coste de la propia carga de la deuda, que ya supera el 2%, además de por el menor crecimiento”.
En consecuencia, el CGE considera “difícil bajar el porcentaje de la misma de la ratio actual” e incluso pronosticó “un ligero incremento” de dos décimas, hasta el 106,6 %, mientras que situó la tasa de paro prevista para 2024 en el 11,7%.
El Consejo General de Economistas refirió que en la elaboración de estas previsiones se ha tenido en cuenta el entorno geopolítico incierto por los conflictos bélicos en
Ucrania y Oriente Próximo, y, a nivel interno, “el incremento de los precios y de los costes empresariales, la productividad que no despega y por la persistente sequía”, que afecta a agricultura y turismo.
Desaceleración económica
El director del Servicio de Estudios del CGE, Salvador Marín, ha resaltado que los índices adelantados de este cuatrimestre apuntan, claramente, “a una cierta ralentización en los próximos meses” y ha calificado de “sensato” que se ponga el foco en “intentar que estos pronósticos no se confirmen”. Por ello, aconseja que tanto desde las instituciones como desde el ámbito empresarial y de los representantes de los trabajadores se trabaje para la consolidación de medidas que apuesten por una mejor y mayor productividad y para conseguir la independencia financiera “a través de la necesaria reducción tanto de la deuda pública como privada”.
Por parte, el presidente del CGE, Valentín Pich, reconoció que los datos pueden verse en términos positivos, pero ha considerado que
Estiman un crecimiento de la economía española del 1,6% y del IPC medio hasta el 3,2%
“se debe tener en cuenta el entorno geopolítico, ya que puede derivar en tensiones adicionales que hagan empeorar las previsiones”. A su juicio, “si el objetivo es que las cifras de 2023 se consoliden, entonces se debe dedicar todo el tiempo y el esfuerzo al ámbito de la productividad, las inversiones productivas y al ansiado control del déficit público”.
El Consejo General de Economistas comentó que, tras las seis subidas de tipos en 2023, que lo han llevado al 4,5%, hay expectativas de bajadas en los próximos seis meses. Recordó también que los tipos de interés de las nuevas emisiones de deuda en España siguen bajando hasta colocarse por debajo del 3,4%.