El oro y la plata ‘se funden’ menos que los metales industriales ante las dudas chinas
Anglo American, Barrick Gold o Glencore ceden más de un 15% en 2024 mientras sube la importancia del ‘dragón rojo’ en su evolución
Hacer un repaso de la evolución anual de las materias primas conlleva inevitablemente reparar en el mal comportamiento de un grupo de commodities en concreto, el de los metales. Su comportamiento en 2024 llama la atención, sobre todo, ante el agravio comparativo que supone ver al resto de recurso básicos revalorizarse desde enero, incluido el petróleo o algunas materias blandas.
Los barrotes de acero, el aluminio y el hierro se colocan como los más bajistas del año al ceder más de un 5% en el mercado secundario de materias primas desde comienzo de año. El menor impacto en los mercados de renta variable de las políticas de relajación monetaria planteadas por el Gobierno chino para apoyar a sus mercados y la ralentización estacional previa a la celebración del año nuevo lunar, ha hecho que el mineral de hierro, de hecho, registre sus primeras pérdidas mensuales desde abril de 2013, destacan desde el departamento de análisis de Citi, desde donde esperan –eso sí– que en los próximos meses cambie la tendencia.
“El impulso de la política económica china podría reacelerarse conforme se acerque la reunión de la Asamblea Popular Nacional de China en marzo y, en particular, si se anticipa el estímulo fiscal”, explican desde la firma estadounidense y aluden a que es probable que los fundamentales del mineral de hierro mejoren tras las celebraciones del nuevo año, a medida que las fábricas reanuden la producción y la demanda de acero se calienta.
Y es que, a pesar de que el sector inmobiliario del país oriental sigue siendo un lastre para el crecimiento del consumo de acero, (las nuevas construcciones se redujeron un 20% en 2023, lo que ha lastrado especialmente la demanda de productos largos de acero), esto se compensa en parte con un repunte de la construcción de infraestructuras y de las actividades manufactureras. “Estas últimas se ven favorecidas por el impulso del Gobierno a la inversión, especialmente en sectores de alta tecnología, por ejemplo”, señalan.
Todo ello ha redundado en una tendencia similar en el mercado de valores de las empresas que operan con este tipo de materiales. Las mineras se posicionan en lo que va de año entre las empresas más bajistas del S&P 500 y del Stoxx 600.
Mención aparte merecen los metales preciosos, que también se ven envueltos en esta vorágine bajista, aunque en menor medida. El 'Radiografía' de las materias en el año. Evolución en bolsa, en porcentaje
Las mineras sufren en bolsa. Evolución en bolsa, en porcentaje
Contrato de futuros de barras de acero SHFE , en euros arranque del año 2024 no ha sido muy positivo para los metales preciosos, retrocediendo desde los máximos del pasado mes de diciembre, ya que el mercado ha rotado hacia otros activos más interesantes, a la espera de lo que ocurra con las próximas reuniones de los banqueros centrales, y, sobre todo, al avance de la inflación, que ha vuelto a repuntar en diciembre y enero en EEUU. Además, están digiriendo las alzas de la segunda parte del año, al calor de la actuación de los bancos centrales. Y es que, tal y como advirtió el World Gold Council (WGC), las entidades centrales adquirieron algo más de 335 toneladas de oro sólo en el tercer trimestre del 2023.
“El oro puede volverse interesante en los próximos meses y/o años si la devaluación de las divisas continúa produciéndose ante las tensiones geopolíticas, las cuales no han hecho sino incrementarse en los últimos meses, lo que se traduciría como refugio para los inversores la situación del metal precioso”, explican desde IG mientras buscan el lado más optimista de las caídas. “Uno de los grandes actores de esta situación es el gigante asiático. China, a través de su banco central lideró las compras de oro el año pasado, aumentando su reserva hasta el 4%”, explica Diego Morín, de IG.
Por su parte, Carsten Menke, de Julius Baer asegura que las expectativas de un enfriamiento continuado de la inflación se han visto defraudadas, cogiendo con el pie cambiado a quienes se habían posicionado a favor de un primer recorte de los tipos de interés por parte de la Fed ya el mes que viene.
Las consecuencias, son las ya conocidas. Además de un alza del dólar y de los rendimientos de los bonos estadounidenses, se pudo ver un enconamiento de la tendencia bajista del oro y la plata. “El oro ha perdido cerca de un 4% desde su máximo de diciembre, mientras que la plata cotiza más de un 13%”, señala Menke, “y
LOS METALES PRECIOSOS PUEDEN VOLVERSE INTERESANTES SI LA DEPRECIACIÓN DE LAS DIVISAS CONTINÚA
CHINA LIDERÓ LAS COMPRAS DE ORO A LO LARGO DEL AÑO PASADO, AUMENTANDO SU RESERVA HASTA EL 4%
estos movimientos ponen de manifiesto la vulnerabilidad de ambas commodities, causada por el dominio de los operadores especulativos en los mercados de futuros y la ausencia de buscadores de refugio en los mercados físicos”. Dicho de otro modo, el posicionamiento en oro y plata había sido muy unilateral ante una rápida inversión de la política monetaria estadounidense. Nosotros seguimos viendo un contexto de crecimiento muy sólido que no requiere una rápida inversión de la política monetaria a pesar de la tendencia a la baja de la inflación. Además, la política monetaria seguirá siendo restrictiva, incluso si la Fed recorta los tipos. Creemos que sería necesaria una postura expansiva, es decir, aún más recortes de los tipos, para cambiar de forma duradera las perspectivas para el oro y la plata”. Dicho esto, y aun a sabiendas de que es poco probable que esto ocurra a menos que la economía estadounidense entre en recesión, los analistas siguen esperando un repunte del metal a corto y medio plazo.