La UE endurece la normativa contra los vertidos marinos
Prohibe tirar aguas residuales, basura y desperdicios de las depuradoras
La Unión Europea ha fortalecido su compromiso ambiental al prohibir los vertidos de aguas residuales, basura y residuos de depuradoras al mar, tras un acuerdo político alcanzado entre la Eurocámara y los Estados miembros en Bruselas. Estas medidas amplían el veto existente sobre la descarga de hidrocarburos y refuerzan el control para preservar la salud de los océanos.
Esta medida amplía el veto ya existente sobre la descarga de hidrocarburos, como parte de la actualización de la directiva sobre contaminación del transporte marítimo.
El acuerdo, aún sujeto a ratificación, establece nuevas normas más estrictas que incluyen la prohibición de verter aguas residuales, basura y residuos de depuradoras al mar. Además, se contempla una revisión posterior para evaluar la sanción de vertidos de desechos plásticos, granulados plásticos y pérdidas de contenedores, aunque esta revisión no está prevista antes de 2030.
La implementación de estas normas se llevará a cabo gradualmente, con un plazo de dos años y medio para que los países las incorporen a su legislación nacional. Se espera que las regulaciones entren en vigor a finales de 2026 o principios de 2027, dependiendo de la celeridad de los procesos legislativos de cada país.
Para garantizar el cumplimiento, se impondrán multas “efectivas y disuasivas” a los buques infractores, mientras que las sanciones penales ya se han establecido en la directiva sobre delitos ambientales, con penas que van desde prisión hasta multas significativas basadas en la facturación de las empresas.
El acuerdo también fortalece el control de vertidos a través del sistema europeo de detección por satélite de hidrocarburos, con un aumento en la verificación de alertas por parte de las autoridades nacionales para evitar la dispersión y la impunidad de los vertidos ilegales.
La eurodiputada rumana del PPE Marian-Jean Marinescu, responsable del dossier en la Eurocámara, enfatizó la importancia de un esfuerzo coordinado y el uso de tecnologías avanzadas para eliminar eficazmente los vertidos ilegales.
Beneficios más sostenibles
Los beneficios potenciales de un transporte marítimo más sostenible hacia los océanos y la crisis climática son evidentes. Según un informe de la Organización Marítima Internacional publicado en 2020, el transporte marítimo contribuye con cerca del 3% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Los motores convencionales también liberan partículas contaminantes al aire y al agua, mientras que el ruido generado por los buques perturba la vida marina, causando estrés crónico en especies como las ballenas francas del Atlántico Norte.