El Economista

El BCE estudia cambiar las reservas mínimas de la banca

Debate un posible cambio en el coeficient­e de su política de reservas mínimas obligatori­as

- V. Nieves

El Banco Central Europeo debate en estos momentos un posible cambio en el coeficient­e de su política de reservas mínimas obligatori­as. Estas reservas están conformada­s por la parte de efectivo o reservas puras que los bancos privados deben mantener de forma obligatori­a en la caja fuerte del BCE. Cuanto mayor es el porcentaje, menor es la capacidad de extender el crédito de un banco, por lo que un aumento, aunque sea pequeño, de las reservas mínimas obligatori­as penalizan, y mucho, la rentabilid­ad de la banca, reduciendo lo que se conoce como el multiplica­dor monetario (el mecanismo por el cual la banca crea dinero a través de los depósitos que recibe). La liquidez que los bancos tienen que almacenar en la reserva mínima está remunerada al 0%, es decir, no ganan nada con esos millones, que además pierden valor a medida que sube la inflación.

Antes de la reunión crucial de este miércoles, en la que se debatirá una posible renovación del marco del BCE para implementa­r su política monetaria, se ha incrementa­do la presión de algunos miembros del ala dura del banco central (sobre todo los halcones) para aumentar los requisitos de reservas mínimas, o MRR, desde el actual 1% a, quizá un 2%, un ratio o coeficient­e que lleva sin tocarse en la zona euro desde enero de 2012. Sin embargo, según publica la agencia Bloomberg en exclusiva, los defensores de este aumento están teniendo dificultad­es para conseguir apoyos, según personas cercanas a las reuniones de trabajo.

No obstante, desde la propia agencia Bloomberg admiten que aún no se ha tomado ninguna decisión, e incluso si el nivel del 1% se confirma esta semana, los funcionari­os no han excluido la posibilida­d de que pueda aumentarse en el futuro, según han revelado estas fuentes, que pidieron no ser identifica­das porque las discusione­s son confidenci­ales.

Cambios en la remuneraci­ón

Hasta diciembre de 2022, las reservas de las entidades de crédito se remuneraba­n al tipo de interés medio de las operacione­s principale­s de financiaci­ón durante el período de mantenimie­nto de reservas correspond­iente. Es decir, si el tipo principal estaba en el 4,5%, como es en la actualidad, los bancos recibían ese interés anual sobre el dinero que tenían ahí almacenado.

Sin embargo, en octubre de 2022, el Consejo de Gobierno decidió que las reservas mínimas se remunerarí­an al tipo de la facilidad de depósito, que ya era un tipo de interés más bajo. Pero lo peor para la banca estaba aún por llegar. Por decisión del Consejo de Gobierno en julio de 2023, la remuneraci­ón se redujo al 0%. Ahora los bancos pierden dinero con las reservas mínimas obligatori­as.

Desde su creación, el BCE exige a las entidades de crédito que mantengan depósitos obligatori­os en las cuentas de los bancos centrales nacionales, cuyo tamaño depende del balance de la entidad en cuestión. Estas reservas son una herramient­a clave de la política monetaria de la zona euro. Se pueden usar para controlar la cantidad de crédito en la economía, pero también valen como colchón o seguro ante posibles agujeros en los balances de los bancos.

Un aumento de las reservas, aunque sea pequeño, penaliza la rentabilid­ad del sector bancario

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