Las empresas deben acercar sus proyectos a la ciudadanía
Hacen autocrítica y destacan la importancia de explicar los proyectos a las poblaciones
El sector de las renovables se volvió a ver las caras ayer por quinta vez en el V Foro de Renovables Objetivo: Triplicar las energías renovables, organizado por elEconomista.es. Durante la segunda mesa, se trataron aspectos como el impacto de los precios bajos de la energía, la situación de acceso a la financiación por el grado de avance de los permisos, la repercusión en los PPA, el papel de los territorios para el desarrollo renovable o el papel de los biocombustibles o gases renovables. Los participantes hicieron hincapié en la necesidad de acercarse desde fases muy tempranas a las poblaciones en las que van a desarrollar sus proyectos para evitar que su sentir con ellos sea el de un agente que va a traer más problemas que beneficios.
Esta mesa, volvió a estar moderada por Rubén Esteller, y contó con la participación de Celia Roldán,
head of Renewable Power Development Shell Iberia; José María Losada, socio de Consultoría de Operaciones especializado en Energía de Deloitte; Yago Mancebo Ferreiro, director general de TotalEnergies Renewables España; Silvia Sanjoaquín, directora de Nuevos Negocios de Naturgy, José González Bujanda, responsable de promoción de renovables de Iberdrola España; y María Dolores Rodríguez Trejo, country senior manager España de la dirección de generación baja en carbono de Repsol.
Las empresas se mostraron optimistas en cuanto a su valoración de la situación, pero a la vez existe incertidumbre en un momento histórico para España en términos de producción e inversión en energías renovables. El problema para las empresas está siendo cubrir los costes de generación y poder tener rentabilidad en un momento en el que los precios de la energía son muy bajos.
González Bujanda destacó que hay mucha diferencia entre el plazo de construcción de una central renovable y el plazo para conseguir papeles para su puesta en servicio. “Obtener papeles para construir plantas es un proceso complejo y largo, pero otro reto es la puesta en servicio. Hay un gran desequilibrio entre la construcción de las instalaciones, que nos lleva una media de entre seis y ocho meses, y la obtención de papeles para su puesta en marcha (tres meses). No es lógico tener parados tantos MW en el sistema cuando podrían integrarse mucho más rápido y avanzar en la transición”, explicó.
El sector considera que España está llamada a ser la potencia verde para el futuro de Europa, “pero es la pescadilla que se muerde la cola porque todos venimos pensando que España va a vender energía a Europa y esa energía se tiene que vender a precios competitivos”, explican desde Shell.
A esto añaden las dificultades de exportar la energía sin las interconexiones adecuadas, mientras la demanda de España “cada vez baja más”. Además, apuntan a riesgos en la legislación con el esquema de semestres porque no depende de las empresas energéticas, sino de agentes externos, pudiendo denegar proyectos, lo que añade mayor riesgo a la financiación.
Esto se traduce también en la relación de las empresas con sus PPA
El sector considera que España está llamada a ser la potencia verde del futuro en la UE