Rato se niega a responder a la Fiscalía y asegura que sus fondos son “identificables”
El exvicepresidente del Gobierno y expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, declaró ayer tras 40 sesiones del juicio por el origen de su fortuna que comenzó a finales del 2023. Rato defendió que todos sus fondos son “identificables” y que todos sus movimientos financieros están justificados. La Fiscalía Anticorrupción pide una condena de prisión que podría llegar a superar los 70 años por los presuntos delitos de blanqueo de capitales, corrupción en los negocios y cinco delitos fiscales –dos por IRPF y tres por el Impuesto de Sociedades–.
El expolítico solo respondió a las preguntas de las defensas de los demás acusados, pues se ha negado a contestar a la Fiscalía y a la abogacía del Estado. El motivo, según ha explicado Rato, es que ambas han utilizado “correos no expurgados que afectan a terceras personas”.
Al exvicepresidente del Gobierno se le atribuye una cuenta en Miami, que fue omitida, ya que el propio Rato aseguró que “consideraba que no tenía que declararla”. El expresidente de Bankia defendió que el origen de su dinero proviene de la herencia de su padre y que este tenía en Suiza. “Tenía un tercio de las empresas familiares, aunque yo nunca participé en ningún consejo de administración ni tomaba las decisiones del día a día”, apuntó Rato. A lo largo de la sesión, Rato, a través de las preguntas de su abogada, María Massó, fue explicando una a una todas las actuaciones y transferencias financieras de cada año fiscal y de cada sociedad. “Los fondos son todos perfectamente identificables y tiene una explicación razonable”, asegura el expolítico.
La Fiscalía defiende que Rato ha mantenido desde 1999 un patrimonio oculto a la Hacienda española, a través de diversas sociedades con las que habría realizado continuas actividades de inversión financiera mediante multitud de cuentas bancarias abiertas en Bahamas, Suizay Luxemburgo entre otros.