Prisión permanente para un hombre que mató a su hijo
Marcos Miras, el acusado de matar el día de la madre de 2017 a su hijo de 11 años, golpeándolo con una pala metálica en la cabeza en la localidad coruñesa de Oza-Cesuras, fue condenado por la Audiencia de A Coruña a prisión permanente revisable. El fallo lo considera autor de un delito de asesinato con alevosía, agravado porque la víctima era menor. El tribunal no ha dio ninguna credibilidad a la declaración que hizo el hombre al afirmar que había sufrido una enajenación mental.
Es la segunda condena de prisión permanente revisable que impone un tribunal en Galicia después de la que recibió David Oubel, la primera en España, por degollar con una sierra eléctrica a sus dos hijas menores en Moraña (Pontevedra), en agosto de 2015.
La sentencia también aprecia en la conducta del acusado un delito de lesiones psíquicas a su exmujer, por lo que le impone la prohibición de aproximarse a menos de 1.500 metros y de comunicarse con ella por cualquier medio durante cinco años más del cumplimiento de la prisión permanente. Además, le tendrá que indemnizarla con 180.000 euros. Contra el fallo cabe interponer recurso. El tribunal concluye que ha quedado acreditado que el condenado no aceptó la decisión de su exesposa de separarse de él en 2009 y que cometió el crimen “con la intención de causarle el mayor sufrimiento psíquico posible a su exmujer”. El fallo subraya que “ninguno de los peritos judiciales que lo examinaron apreciaron síntomas psicóticos” y que los hechos probados “se avienen francamente mal con esa supuesta locura”. Así, insiste en que el brote psicótico “no es compatible con una acción planeada” como la que llevó a cabo el acusado.
El presunto parricida trató de desmontar la tesis que ha defendido la fiscalía porque, según él, no había motivo para ello porque nunca confesó ser la persona que acabó con la vida de su hijo. “Ese día empezó y terminó el viernes, no recuerdo nada de lo sucedido”, proclamó el acusado en el juicio. Sin embargo, el presunto parricida sí recordó que en un momento dado el niño le dijo que no quería verlomás. “Me miró con odio y algo se estimuló dentro demí”, dijo Marcos Miras. Con gesto tranquilo declaró que durante estos meses ha intentado encontrar una explicación a lo sucedido, “pero es imposible que conscientemente hubiese hecho eso”.