Bruselas reprocha a Italia una desviación fiscal “sin precedentes”
Bruselas eleva aún más la presión y amenaza al Gobierno de Giuseppe Conte con iniciar un expediente de procedimiento de déficit excesivo por incumplir el criterio de reducción de deuda, una medida disciplinaria que en caso de enconamiento podría llegar a sanciones multimillonarias.
La carta fue remitida nada más terminar la cumbre europea celebrada en Bruselas, en la que Conte fue llamado al orden por algunos de los socios más duros de la zona euro. El primer ministro italiano mantuvo reuniones bilaterales con la canciller alema- Los euroescépticos conservadores están conjurados para cerrar a Theresa May cualquier posible salida del laberinto del Brexit. Sus líderes reaccionaban horas después que se hiciera pública la última carambola de la primera ministra de Reino Unido y sus homólogos europeos: prolongar el periodo de transición hasta la salida definitiva de la UE durante unos meses. En una carta públi- na, Angela Merkel, y con el primer ministro holandés, Mark Rutte, para intentar buscar clemencia. Ambos mandatarios se mostraron en público comedidos en las críticas. YMerkel incluso valoró las reformas estructurales que le comentó Conte, relacionadas con la lucha contra el fraude y la Administración Pública.
Pero el tono real lo marcó el canciller austriaco, Sebastian Kurz, cuyo país ocupa la presidencia semestral de la UE. “No me genera ninguna simpatía el proyecto de Presupuestos que Italia ha enviado a Bruselas. Y, por su- ca, le exigieron que “no escenifique un juego de resistencia y discusión que lleve al final a una rendición”, porque “la gente nunca nos lo perdonaría”.
Casi al mismo tiempo, el ultraderechista Nigel Farage, ex líder del UKIP y actual europarlamentario, decía abiertamente lo que el resto no se atreve aún a pronunciar: “El problema no es el Brexit, es la primera ministra”. La carta, que llevaba la firma del exministro de Exteriores Boris puesto, nosotros [los austriacos] no vamos a pagar por las deudas y las promesas de las campañas populistas de otros”.
La carta de la Comisión traduce a lenguaje reglamentario las rotundas palabras de Kurz. Y aunque el lenguaje es más frío, las consecuencias políticas, económicas y legales de la aplicación a rajatabla del Pacto de Estabilidad pueden resultar mucho más peligrosas paraRoma que las declaraciones abrasivas del austriaco.
Ante la gravedad de la situación, el comisario Moscovici se desplazó ayer a Roma para ini- Johnson, del exministro para el Brexit David Davis y del ultranacionalista Jacob Rees-Mogg, entre otros, intentaba mantener las formas y el tono pero respiraba rebelión interna por sus poros. “Exigimos a la primera ministra que deje claro que no vinculará a Reino Unido al purgatorio perpetuo de la pertenencia a la Unión Aduanera, ya sea a través del backstop [la salvaguarda irlandesa propuesta por Bruselas] o a través de cualquier otra ruta”. Se re- ciar las negociaciones con el ministro italiano de Finanzas, Giovanni Tria, y buscar un acuerdo que evite una ruptura entre Bruselas y la tercera economía de la zona euro. Una crisis importante en un país como Italia, con un PIB de 1,7 billones y una deuda de casi 2,3 billones, tendría un efecto en el resto de socios mucho mayor que el que provocó la debacle económica de Grecia, cuyo PIB es como el de la Comunidad de Madrid. “No quiero ser el policía malo, no hay un plan b, solo tengo un plan a y es el de estar juntos en la zona euro”, dijo Moscovici. fieren con esa “otra ruta” a la posibilidad sopesada por May y sus colegas comunitarios de extender por un plazo de hasta 12 meses el periodo de transición hasta la salida definitiva, prevista ahora para el 31 de diciembre de 2020.
Es el último clavo ardiente al que se aferra Londres para intentar negociar una relación comercial definitiva con la UE antes de que sea necesario establecer cualquier tipo de control aduanero entre Irlanda del Norte y la isla.
Los Veintisiete, por su parte, consideran que tras la cumbre de ayer debe ser la primera ministra británica, Theresa May, quien mueva ficha para alcanzar un acuerdo sobre el divorcio del Reino Unido con el resto de la UE. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, afirmó que Aun así, el Gobierno de coalición del Movimiento 5 Estrellas y la Liga podría aprobar el presupuesto porque Bruselas no dispone de derecho de veto sobre una de las grandes decisiones de los parlamentos nacionales.
Si Italia ignora completamente el aviso, sería el inicio de una batalla institucional de graves consecuencias para la zona euro y, sobre todo, para el país. El bono italiano ya tembló ayer por la tarde cuando surgieron los primeros indicios de que el choque de trenes está cada vez más cerca.
En la carta, Dombrovskis y Moscovici dejan claro al ministro italiano de Finanzas que si persiste en contravenir las normas presupuestarias se acabará la tolerancia que hasta ahora ha disfrutado Roma a pesar de que su deuda doblaba el límite del 60% previsto en el Pacto de estabilidad.
Las normas aprobadas durante la crisis de la zona euro exigen a los socios con un exceso de deuda que la reduzcan de manera paulatina. Italia no ha cumplido ese criterio en los últimos años. Pero Bruselas siempre ha aceptado las justificaciones presentadas por los sucesivos Gobiernos (de Matteo Renzi y Paolo Gentiloni) para no cumplir la reducción reclamada. los líderes de la Unión estarían abiertos a ampliar el periodo de transición del Brexit si May cree que ello permitirá finalizar el acuerdo. La jefa del ejecutivo británico había sugerido esa opción como fórmula para desbloquear las negociaciones y acordar una fórmula para evitar una frontera física entre Irlanda e Irlanda del Norte.
“Estoy dispuesto a convocar un consejo sobre el Brexit cuando haya un avance significativo”, agregó Tusk sin poner fecha a ese encuentro. No obstante, añadió, las circunstancias todavía no se dan. En esos mismos términos se manifestó la canciller alemana Angela Merkel, quien sostuvo que cuando los líderes europeos concluyan “que ha habido suficiente progreso” podrán reunirse en cualquier momento.