Bruselas pide aclaraciones sobre el presupuesto pero evita cuestionarlo
Sin mencionar a España, Juncker avanzó: “Hay cuatro, cinco o seis países que hacen que nos dirijamos a sus Gobiernos para pedirles información adicional”. El líder de la Comisión aconsejó no exagerar este gesto. “No hay razón para la excitación”, señaló. Fuentes de la Comisión aclaran que si los números presentados realmente reflejan un ajuste del 0,4% del PIB (e incluso algo menos), aunque sea inferior al 0,65% pactado en las instituciones comunitarias, Bruselas dará luz verde a las cuentas en noviembre.
En esa óptica, la misiva por primera vez trata a España desde el punto de vista preventivo y no desde el correctivo (aunque legalmente el país todavía no haya abandonado la fase correctiva). Eso significa que la Comisión da por hecho que cerrará 2019 con un déficit por debajo del 3%, según las fuentes consultadas. La Comisión no ha querido meter en el mismo paquete a todos los países que serán cuestionados por carta. Por ello, ayer mandó la primera al Gobierno italiano, sobre cuyas cuentas tiene serias objeciones, mientras que ha dejado para hoy las dirigidas a España, Portugal, Francia y Bélgica. Las reglas permiten a la Comisión pedir explicaciones a los países si percibe riesgos de desviación en los objetivos fijados.
España tiene de plazo hasta el lunes para responder a la Comisión. Entretanto, Sánchez sostuvo que España cumplirá los compromisos presupuestarios para el año próximo, el primero en el que oficialmente se espera que abandone ya el procedimiento de déficit excesivo en el que lleva inmersa desde 2009 por desequilibrios de las cuentas públicas. Y justificó la falta de mayores ajustes en que el presupuesto de 2019 incluirá medidas “que reconstruyen parte del Estado de bienestar”, entre las que figuran la equiparación de los permisos de maternidad y paternidad y la universalización de la educación de cero a tres años.