Cartas que cuidan del entorno
Y también a las personas. Correos apuesta por reducir las emisiones de CO en sus rutas de reparto al tiempo que desarrolla 2 programas centrados en educación, emprendimiento e inclusión.
Es probable que mucho de lo que compres en Navidades llegue a tu casa a través de Correos. En ese viaje el envío habrá dejado su pequeña huella ambiental, que se concentra principalmente en el vehículo que haya transportado el paquete. “Sabemos que nuestra actividad tiene un impacto en el entorno nada desdeñable”, señala Susana Cuervo, subdirectora de Organización, Eficiencia y Sostenibilidad de Correos, una empresa con larga tradición en políticas de responsabilidad ambiental y social. Especialmente centradas en lo que les toca más de cerca y en aquello en lo que pueden influir más: el cambio climático. “Al final somos una empresa que traslada cosas de un sitio a otro, y eso evidentemente afecta a nuestro planeta”, especifica Cuervo.
Para minimizar este rastro y contribuir al cuidado del medio ambiente, Correos lidera, entre otros, el proyecto PostlowCIT, del que son partícipes el centro de movilidad Evarm y la Universidad de Deusto. El proyecto, cofinanciado por la Comisión Europea, busca reducir el impacto de la distribución a través del testeo de diferentes tecnologías de transporte en distintos escenarios de actividad. “No es lo mismo la distribución en un entorno rural que en una ciudad”, explica Cuervo. “Por ello queremos caracterizar nuestra flota en base a nuestra propia experiencia y definir cuál es el mix de vehículos más eficiente para cada situación”. En ese proceso está Correos, que cuenta con más de 500 vehículos eléc-
tricos, dos furgonetas impulsadas por GNC (Gas Natural Comprimido) y cuatro camiones de autogás. Para la última milla, además, se están probando diferentes dispositivos, entre ellos triciclos de pedal asistido. En total, más de 13.000 vehículos usados por 28.000 carteros que recorren unos setenta millones de kilómetros anuales.
Cuervo apunta hacia dos vías fundamentales para reducir las emisiones: recorrer menos kilómetros y hacer que estos sean más verdes. Para minimizar las distancias, Correos optimiza las rutas de reparto teniendo en cuenta factores internos y externos. Además, ha puesto en marcha CityPaq, un servicio que permite al cliente recoger su paquete en varios puntos neurálgicos de las ciudades, como las estaciones de metro de Atocha y de Nuevos Ministerios en Madrid, estaciones de ferrocarriles como las de la Generalitat, gran parte de la red de gasolineras de Cepsa y Repsol y urbanizaciones privadas y empresas, asegurando además la recepción de paquetería en zonas rurales. “Es una modalidad de entrega alternativa puesta a disposición del cliente para su conveniencia. Logramos así mejorar la experiencia del cliente a la vez que reducimos la huella ambiental”, señala Cuervo. Acciones encaminadas a establecer zonas de reparto cero emisiones, contribuir a la mejora de la calidad del aire y disminuir la contaminación acústica de las urbes.
Embalajes por bosques
Cerca del Parque Nacional de Doñana (Huelva) empieza a crecer un nuevo bosque. Su nacimiento lo ha posibilitado la Línea Verde de embalajes de Correos, un proyecto que, en colaboración con WWF, ha plantado 20 bosques en la Península a lo largo de 17 años. “Con la venta de cada uno de estos embalajes donamos dos céntimos a proyectos de reforestación”, explica Elena Fernández, subdirectora de responsabilidad social corporativa e internacional, que adelanta que a partir de 2018 la donación será de tres céntimos y arrancará una nueva campaña de prevención de incendios. La empresa pública cuenta con otro embalaje especial, el llamado solidario: elaborado con materiales respetuosos con el medio ambiente, y diseñado junto a la compañía Emoji, parte de la facturación de la compra del embalaje se destinará a financiar la investigación con-
tra el cáncer infantil. A todo ello se suma la iniciativa Correos Reparte Sonrisas, en colaboración con Payasos sin Fronteras que, con la convicción de que la risa y el humor son una buena terapia complementaria, organiza fiestas en hospitales, centros penitenciarios y centros de personas con discapacidad para dar apoyo psicológico y emocional a estos colectivos. Correos participa también en programas de inserción laboral de personas con discapacidad, tanto en la modalidad de contratación directa como adquiriendo bienes y servicios a entidades como la Fundación Prodis o la Fundación A la Par.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Correos trabaja en la integración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en su estrategia empresarial. La compañía desarrolla y planifica programas en 14 de los 17 objetivos que contempla Naciones Unidas y opera bajo un denominador común: la edu-
Gracias a los embalajes Línea Verde se han plantado 20 bosques en la Península
cación. “Queremos cambiar la cultura a través la concienciación de los más pequeños en temas clave para su futuro”, retoma Elena Fernández.
“Los estereotipos de género se adoptan desde la primera etapa escolar: a los seis años, los niños asumen que los chicos son mejores que las chicas en programación y robótica. A los 10 años, las niñas piensan que los niños son mejores que ellas en matemáticas. Estas asunciones tienen una influencia decisiva en sus decisiones futuras. Y hay que cambiarlo”, afirma la subdirectora de responsabilidad social corporativa e internacional. Para revertir esa dinámica, Correos está diseñando una serie de actividades de sensibilización en los colegios dirigidas al alumnado. El mismo método se pondrá en práctica en programas encaminados a “inculcar y desarrollar el emprendimiento y la imaginación en la primera etapa escolar y facilitar la primera experiencia profesional a estudiantes de bachillerato”. Un abanico de iniciativas para que las cartas y paquetes que enviamos mejoren el bienestar del planeta y la vida de quienes vivimos en él.