Donde la moda nunca muere
Quienes llevan años investigando el milagro Inditex apuntan a una frase que repetía a menudo en la Universidad de A Coruña su exconsejero delegado, José María Castellanos, para explicar el secreto del éxito de la firma gallega: “La moda es como un yogur, caduca a los pocos días”. El imperio fundado por Amancio Ortega ha revolucionado mundialmente la venta de ropa, creando una moda supersónica con escaparates y percheros que mutan cada 15 días adaptándose a las últimas tendencias y a los gustos de los clientes que frecuentan sus tiendas.
Pero sin abandonar este modelo de moda rápida, la multinacional con sede en Arteixo (A Coruña) ha implantado también en los últimos años proyectos que pretenden integrar la “economía circular” en el negocio. Y así, a través del reciclaje y la reutilización, las prendas y tejidos que produce la mayor multinacional textil del planeta han empezado a alargar su vida quién sabe si eternamente. El programa bautizado como Closing the
Loop ha supuesto la instalación de contenedores de prendas usadas en 534 tiendas de ocho países (España, Portugal, Reino Unido, Irlanda, Holanda, Dinamarca, Suecia y China) y en las oficinas y centros logísticos del grupo en España. Otros mil puntos de recogida de ropa han sido emplazados en las calles de distintas ciudades españolas y en 2016 se entregaron a Cáritas un total de 7.102 toneladas de ropa, calzado y complementos “evitando que acaben en un vertedero”, explican desde Inditex. La empresa subraya que sus proyectos conjuntos con Cáritas dedicados a la revalorización de ropa y calzado a través de la reutilización y el reciclaje dieron empleo en 2016 a 300 personas en riesgo de exclusión social.
La firma ha comenzado a recoger de forma gratuita donaciones de prendas en los domicilios a los que sirve compras realizadas a través de Zara.com durante el último año. El rescate de ropa usada se extenderá además en un futuro próximo a las tiendas de Oysho y Massimo Dutti, informa la compañía, y también está previsto ampliar la red de contenedores en las calles hasta los 2.000 puntos, con la idea de llegar a países como Estados Unidos, Canadá, México, Francia, Grecia, Italia, Bélgica, Suiza, Austria, Alemania, Finlandia, Noruega, Polonia, Rusia, Corea y Japón.
Las prendas que recoge Inditex son clasificadas en puestos donde, en colaboración con
La multinacional ha empezado a recoger gratis donaciones de ropa en los domicilios particulares donde llegan los pedidos 'online' de Zara
ONG como Roba Amiga, Cáritas, Cruz Roja, Oxfam o China Environmental Protection Foundation, se integra a personas en riesgo de exclusión. Aquellos productos que pueden ser reutilizados son destinados a entidades sociales sin ánimo de lucro y para aquellos que no permiten un segundo uso se busca una fórmula que garantice su reciclaje. Inditex ha suscrito acuerdos “con distintas organizaciones empresariales y universidades para promover la innovación sostenible y desarrollar nuevas materias y tecnologías que permitan el reciclado de los residuos textiles”.
Innovar con el doble uso
Una de esas alianzas se ha sellado con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para investigar tecnologías que permitan crear y desarrollar nuevas fibras textiles a partir de prendas usadas. “En los procesos de producción de los tejidos reciclados se consume menos agua, energía y recursos naturales que en la creación de nuevas fibras, por lo que su impacto medioambiental es menor”, explican desde la multinacional. “Aunque el reciclaje downcycling, aquel en el que se consiguen materiales de menor calidad que los originales, es el más desarrollado en la industria textil, en Inditex apostamos por el desarrollo del reciclaje upcycling, que permite crear nuevas fibras con la misma calidad”.
Los esfuerzos de Inditex para darle una nueva vida a sus residuos textiles se centran sobre todo en el reciclaje de algodón y poliéster, dos tejidos muy utilizados en sus colecciones. Los desechos de algodón se clasifican por tipo y color, se trituran en fibras pequeñas que se cardan y, finalmente, estas se mezclan formando nuevos hilos. El poliéster reciclado se puede producir incluso a partir de botellas de plástico machacadas en trozos muy pequeños que, mediante un proceso de polimerización, se transforman en una nueva fibra sintética.
Con 36,7 millones de prendas fabricadas al 100% con algodón orgánico certificado, Inditex ha aumentado en un 318% el uso de esta materia prima con respecto al ejercicio anterior y se ha convertido en el cuarto consumidor mundial. Este material está cultivado sin fertilizantes ni pesticidas químicos y sus semillas no están modificadas genéticamente, explican desde la compañía. Su cultivo necesita un 90% menos de agua y un 60% menos de energía que el algodón convencional.