BECAS Y ELECTRICIDAD PARA TODOS
LLo del deporte, la igualdad y la conciliación son apenas parte del enorme menú de programas puestos en marcha en las últimas dos décadas por Iberdrola que, además, ha incorporado los Objetivos de Desarrollo Sostenible, definidos por Naciones Unidas para el horizonte 2015-2030, a su estrategia empresarial y su política de sostenibilidad.
Uno de los puntales de la actividad de RSC de la eléctrica son la treintena de proyectos sociales que cada año apoya a través de su Programa de Ayudas Sociales, “cuyo objetivo”, explican en la empresa, “es contribuir al desa- rrollo social y la mejora de la calidad de vida de las personas más vulnerables en los territorios de España donde la compañía desarrolla su actividad”. Un programa que tiene un impacto medio anual de 45.000 beneficiarios e implica alrededor de 130 puestos de trabajo directos y 260 voluntarios. De las 31 iniciativas que se llevarán a cabo en 2018 en asociación con ONG como Cáritas, Save the Children, Fundación Síndrome de Down o Asociación Española contra el Cáncer, entre otras, un 42% están destinadas a evitar situaciones de pobreza y exclusión social, fomentando la formación y la inclusión laboral: un 26% aborda la inclusión social de las personas con discapacidad y, el 32% restante, la mejora de la calidad de vida de personas con enfermedades graves. En total, la compañía destinará 1.088.000 euros de inversión.
Otro programa preferente de Iberdrola es el de becas de máster en Energía y Medio Ambiente en España, Reino Unido y Estados Unidos y ayudas a la investigación ( 150), dotado para el curso 2017-2018 con 3,7 millones de euros, y dirigido a estudiantes españoles, británicos, estadounidenses, mexicanos y brasileños, los cinco países principales en los que está presente la eléctrica. Otra prioridad es su proyec- to de Electricidad para Todos, en línea con el séptimo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas sobre electrificación sostenible. “Nos hemos fijado un objetivo ambicioso, pero realista: alcanzar los cuatro millones de nuevos beneficiarios en 2020 en 10 países de Latinoamérica y África como Brasil, Perú, Nicaragua, Ruanda, Kenia, Etiopía y Benín. De esos cuatro millones, ya hemos dado electricidad a 2,4”, explica Fernández Albendea. Un programa imprescindible, ya que ahora mismo hay más de 1.000 millones de personas que no pueden acceder a servicios energéticos esenciales.