Ocho razones para visitar Hamburgo
La relación entre el agua, el comercio y la arquitectura es el pilar que sustenta su historia. Ambiente marinero, barrios canallas y pistas para sibaritas, melómanos e incluso futboleros en la apacible ciudad alemana
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Día de mercado
En el Mercado de Pescado los domingos se puede ir a desayunar café, arenques, ostras y una pieza de bollería. Desde 1703, los productores locales venden pescado, carne, verduras y platos típicos preparados.
02 Memoria del pasado
La iglesia de San Nicolás se quemó en 1842. Se levantó otra; bombardeada en la II Guerra Mundial. Hoy sus ruinas recuerdan lo que ha sufrido Hamburgo a lo largo de su historia.
03 Baño en una playa fluvial
En Hamburgo, gracias al río Elba, uno puede calzarse unas chanclas, ponerse el bañador y estirar la toalla sobre la arena de su playa fluvial de un kilómetro de largo. Quien lo prefiera, también puede tomar asiento en un club de playa, a la altura del viejo muelle de St. Pauli.
04 Arquitectura portuaria y patrimonial
Speicherstadt es la mayor red de almacenes conectados del mundo: 26 hectáreas en una isla del Elba en la que se asientan 17 construcciones de ladrillo que hoy almacenan alfombras persas. Desde 2015 este complejo y el vecino Chilehaus (Casa Chile) son patrimonio de la Unesco.
05 Un lugar para ver por dentro y por fuera
Inaugurada en 2017, la Elbphilharmonie es una impresionante sala de conciertos a orillas del Elba levantada sobre un antiguo almacén. Su fachada de vidrio rematada en un tejado en forma de mar con oleaje se ha convertido en la nueva imagen de postal de Hamburgo.
06 El Museo de la Emigración
El señor Ballin construyó en este lugar una ciudad con hospitales, templos, teatros, bares y viviendas para quienes esperaban embarcar hacia América, entre 1850 y 1939.
07 Los goles son lo de menos
En el gamberro y activista barrio de Sankt Pauli está Millerntor, estadio en el que suena Hells Bells de AC/DC al saltar al césped los jugadores del FC St. Pauli, el club de fútbol más comprometido social y políticamente.
08 Un lago dual
En el corazón de la ciudad, el río Alster se convierte en dos lagos: el Interior y el Exterior. 164 hectáreas de superficie acuática surcadas por botes de vela, de remos y turísticos.