CUANDO EL HOTEL CONVIERTE EL DESTINO EN EDÉN
Las islas Baleares ofrecen un catálogo de playas de arenas y aguas de postal. Vibra Hotels completa la tentación con el mejor centro de operaciones
En las mejores ubicaciones de las islas Baleares, los alojamientos de Vibra Hotels facilitan al viajero diseño y confort al mejor precio. Ideales para descansar en pareja, solo o con la familia, en estos establecimientos de tres y cuatro estrellas el huésped disfruta de la calidad en cada detalle. La cadena cuenta con 31 hoteles en Ibiza, dos en Mallorca y tres en Menorca, todos ellos con las certificaciones Ecostars o Biosphere, que garantizan su compromiso con el turismo responsable.
La oferta es amplia. En Ibiza, es posible encontrar un Hotel Vibra en algunos de los lugares con más encanto de la isla. Es el caso del Hotel Vibra Cala Tarida, situado en la espectacular cala del mismo nombre. Destaca por su ambiente familiar, con habitaciones con terraza de diseño coqueto y práctico. Mientras, en la localidad de San Antonio sobresale el Hotel Vibra District. Este establecimiento rompedor, solo para adultos, está justo en el centro de la ciudad y ofrece vistas al mar. Sus espacios interiores y exteriores cuentan con un diseño muy cuidado, en el que predominan los tonos rojos brillantes en contraste con el negro: un guiño a los hoteles urbanos de las grandes capitales europeas, de ambiente chispeante y divertido. “Tenemos de todo y para todos: apartamentos, hoteles todo incluido, familiares o adults only”, enumera el director general de la compañía, Antonio Doménech.
Si el viajero prefiere descansar en la ciudad de Ibiza sin dejar de ver el mar, los apartamentos Vibra Panoramic ofrecen unas espectaculares vistas a Formentera. Mención especial merece el restaurante del Hotel Vibra Marítimo, donde es posible contemplar el mar mientras se cena o se saborea un cóctel. Desde aquí se puede pasear hasta Playa d’en Bossa. En el camino se sitúan el aparthotel Vibra Jabeque Soul y el Vibra Algarb. Desde las terrazas de sus habitaciones, casi se toca el Mediterráneo. Sin olvidar su nuevo Beach Club Seahorse, en el que sumergirse en el lujo relajado y probar deliciosas ofertas culinarias frente a la arena de la playa.
El paraíso, a tiro del centro
En Mallorca, otra isla que enamora por su diversidad de paisajes, el Hotel Beverly Playa dispone de acceso directo a la playa de Paguera. El complejo tiene varias piscinas en las que darse un chapuzón, y en su interior se suceden amplios salones para celebrar cualquier evento. Otra opción es el Vibra Palma Cactus, recién renovado, a escasos 300 metros de la playa de Palma y a tan solo 20 minutos del centro de la capital mallorquina.
La última parada (o la primera): Menorca, un destino que se caracteriza por la paz y tranquilidad de sus pueblos y gentes. El aparthotel Vibra Blanc Palace y los apartamentos Vibra Caleta Playa y Vibra Blanc Cottage, a dos kilómetros del casco antiguo de Ciudadela, disponen de piscinas y zonas verdes que hacen las delicias de mayores y pequeños.