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LA VIDA DESPUÉS DEL FÚTBOL
De cómo Bixente Lizarazu, imagen de Biotherm Homme, encontró la felicidad lejos del césped
uando Bixente Lizarazu (San Juan de Luz, 1969) tenía dieciséis años, un entrenador le dijo que nunca llegaría a ser futbolista profesional. Un título de Campeón de Europa y otro de Campeón del Mundo después, el exdefensa vascofrancés confiesa que durante años repitió para sí esa frase a modo de revancha. Convertido en jugador histórico, este compañero de selección de Zidane vive alejado de los vestuarios desde 2006, pero no del fútbol. Lizarazu tiene un programa semanal de radio, es comentarista en la televisión pública francesa y escribe una columna en L´Équipe. Además, es el nuevo embajador de Biotherm Homme, la marca de cosmética masculina que ahora cumple 30 años, e imagen de su tratamiento hidratante antiedad Age Fitness Advance, alaborado con extractos de algas. Porque Lizarazu ha encontrado su nuevo campo de
Cjuego en el océano. “Recuerdo mi infancia siempre en el mar, haciendo surf, navegando o buceando”, cuenta. No echa de menos sus años en el Bayern o en una selección gala que, con los años, ha adquirido dimensiones casi míticas. “Fuimos una generación con mucha fortaleza mental, porque la mayoría jugábamos en el extranjero y sabíamos soportar la soledad y la frustración”. Sigue viendo a aquellos compañeros pero, a diferencia de ellos, no ve su futuro en un club. Incluso relativiza la trascendencia de la competición –“un partido de fútbol es deporte, no la guerra”– y afirma que solo apreciaremos el talento de Messi o Ronaldo cuando se retiren. En su caso, el adiós le ha permitido explorar otros deportes lejos del cesped, y realizarse. “Vivo frente al mar, soy mi propio jefe y soy un hombre feliz. ¿Por qué cambiarlo?”. ( carlos primo)