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Moda y cultura pop: puente entre el academicismo clásico y las nuevas generaciones
Rodado en el Louvre (caldo de cultivo de polémica y memes), el videoclip del primer sencillo del álbum Everything is Love, de The Carters, Ape**t [con 66.990.517 visualizaciones a cierre de esta edición] confirma que los grandes maestros del arte clásico vuelven al número uno del top
ten, tras años relegados a posiciones inferiores en favor de artistas modernos o contemporáneos. «Quizá algunos suponían que su obra estaba destinada a acumular polvo, convertida en estudio y territorio de académicos y coleccionistas multimillonarios», valora Chloe Stead, subdirectora del departamento de pintura clásica de Sotheby’s. Sin embargo, artistas como Beyoncé y Jay Z (que acaban de pasar por Barcelona con la gira On the Run II) y diseñadores como Alessandro Michele (al frente de Gucci) demuestran que su narrativa encaja perfectamente con el vocabulario estético de los nuevos tiempos.
«El arte figurativo es más democrático que el abstracto ya que su lectura viene masticada», opina Ignasi Monreal, artífice de la campaña de publicidad que Gucci presentó en primavera. Su serie de ilustraciones digitales Fantasía utópica se inspira en obras como El
matrimonio Arnolfini de Van Eyck, El jardín de las delicias de El Bosco u Ofelia de John Everett Millais. «El lenguaje visual establecido por los maestros clásicos es tan ubicuo que es asimilable de inmediato a gran escala. Vivimos bajo un bombardeo constante de imágenes, la armonía clásica se emplea como un filtro más que añade el valor romántico de algo hecho a mano, eleva las imágenes y las separa del resto. Además, es una forma de escapismo muy estética».
Stead recuerda que no debemos subestimar el deseo de aprender de las nuevas generaciones. «El universo de los grandes maestros ofrece la posibilidad de reflexionar sobre siglos de historia: política, moda, biografías extraordinarias, intercambio cultural, belleza, fealdad, honestidad, religión, romance, ornamentación… Son obras que narran historias, y las buenas historias nunca mueren». Para el diseñador belga Glenn Martens, director creativo de la firma de culto Y/Project desde 2013, el impacto de la estética del Renacimiento o del Barroco es directo; «el arte abstracto expresa a menudo otros conceptos distintos de la belleza». Él mismo ha utilizado en alguna ocasión la arquitectura gótica de su Brujas natal para presentar su sofisticada versión del street
wear de lujo. Un escenario muy distinto de los almacenes desvencijados