Palabra de Grazia…

Afortunadamente, ya pasaron a la historia los días en los que las mujeres “en estado de buena esperanza” tenían que olvidar su gusto para enfundarse en románticos vestidos de corte imperio o petos con lazos. Las embarazadas de hoy lo tienen más fácil que nunca para no renunciar al estilo propio en esos nueve meses decisivos: grandes cadenas y diferentes firmas se encargan de ello.

Y famosas de todo tipo y condición lo ratifican a diario: Amal Clooney –embarazada de mellizos– continúa siendo la reina del power

dressing, y lo hace mandando un mensaje a través de su vestuario: ya sea para dar un discurso en la sede central de la ONU o para pasear en barco por Como, no renuncia a su estilo. Ni se mimetiza con el uniforme masculino mediante trajes de chaqueta, ni se esconde entre la multitud con colores neutros. Todo lo contrario. Porque la moda no es frívola. Y ella, tampoco.

Algo parecido ha decidido Beyoncé, también embarazada por partida doble, dejando constancia en su Instagram de que su estado no hará que deje de lado esos looks suyos en los que más es más.

En el polo opuesto, Behati Prinsloo, que daba a luz en septiembre tras regalarnos ideas para combinar embarazo con las últimas tendencias. O Blake Lively, que el año pasado se paseaba por cualquier alfombra roja haciendo gala de su gusto por los estampados, los escotes o los cortes sensuales.

Sobre estas líneas, Blake Lively en un evento en Nueva York, con un vestido estampado, de Lindsey Thornburg. Dcha.: Amal Clooney con un conjunto de minivestido y abrigo, de Bottega Veneta. A su derecha, la modelo Behati Prinsloo, con un slipdress y...