“CUANDO HACES LO QUE TE GUSTA, RESPLANDECES”

La vimos en la serie Gambito de Dama y sus rasgos -tan hipnóticos como poco convencionales- nos conquistaron para siempre. Al público y a firmas como Dior, que no ha cejado en el empeño hasta que Anya Taylor-Joy fuera musa de uno de sus productos más icónicos. Para aplacar el gusanillo de la interpretación entre el estreno de la esperada Furiosa (de la saga Mad Max) y el comienzo de su próximo rodaje, se ha puesto a las órdenes de la realizadora Bardia Zeinali para meterse en el papel de la mujer que el mismísimo Christian Dior siempre soñó a golpe de labial. “Para mí, la mujer

Dior representa la elegancia atemporal, es un zapato de tacón que camina con elegancia hacia el futuro”, dice la actriz encantada de su colaboración con la maison. Anya Taylor-Joy ha captado a la perfección el alma de la firma y, lo más importante, ya era consciente de lo que significaba esta campaña: “Fue muy emocionante, porque nos dejaron claro que se trataba del renacimiento de Rouge Dior. La puesta en escena fue inesperada y audaz, y me dio la sensación de que ampliaba la invitación a soñar que desde siempre ha supuesto esta barra de labios. Me encantaría poder contar a Christian Dior hasta dónde ha llegado su visión de la belleza”.

Hace más de dos años que la enigmática actriz es embajadora de la firma, pero esta campaña en concreto le ha tocado la fibra más sensible, no solo porque se rodara al ritmo de una de sus canciones favoritas (el Personal Jesus de Depeche Mode), sino también porque algunos de los estuches del labial se puedan recargar, de acuerdo con su firme defensa de la sostenibilidad.

Anya es consciente del gran protagonismo del maquillaje y la belleza a la hora de desarrollar sus personajes. “Desempeñan un papel muy importante. A menudo, siento que hasta que no me peino y me maquillo, no me convierto realmente en ellos, me siento en el set de maquillaje como Anya y me levanto como otra persona. Fuera de pantalla, me encanta experimentar con diferentes estilos, pero creo que, si tuviera que apostar por un look, sería muy clásica: elegiría una mirada felina y un pintalabios rojo muy intenso”.

No es de extrañar que sus productos fetiche sean la máscara de pestañas Diorshow Pump ‘N’ Volume y el tono 999 de Rouge Dior. Elegir con cual de las dos nuevas texturas se queda resulta tarea imposible. “Me encantan las dos. La aterciopelada porque te da ese tacto suave tan bonito, como si te hubieras frotado los labios con un pétalo de rosa; la textura satinada porque tiene un brillo sedoso realmente encantador. Me quedo con ambas, pero para ocasiones diferentes”.

Confiesa que la niña que fue estaría encantada con la mujer en la que se ha convertido. “Se quedaría alucinada si viera lo que estoy haciendo ahora, estaría muy contenta y emocionada porque el trabajo duro y la perseverancia dan sus frutos”, asegura la actriz. También estaría feliz sobre cómo se plantea vivir este año: “Soy una auténtica adicta al trabajo y me encanta trabajar, pero estoy intentando sacar tiempo para viajar y hacer cosas solo por el placer de hacerlas. Me levanto muy temprano (incluso más que cuando tengo que ir a trabajar) para asegurarme de disponer de tiempo para mí misma y hacer cosas que me llenan personalmente, como leer o hablar con mis padres o un amigo antes de ir a trabajar. Necesito sentir que he tachado algo de mi lista de tareas personales antes de comenzar con las profesionales”.