El Pais (Madrid) - Icon Design
La tormenta perfecta
Solo el talento de Patricia Urquiola podía rediseñar las ‘boutiques’ de Officine Panerai y que las referencias marinas de esta casa de alta relojería se fusionen perfectamente con el mejor diseño contemporáneo
El stand de la firma florentina en el pasado Salón Internacional de la Alta Relojería de Ginebra hormigueaba de gente. En medio, en un sofá, el consejero delegado de la marca, Angelo Bonati, vestido con un impecable traje azul. En un lateral, Patricia Urquiola, arquitecta y diseñadora española afincada en Milán, se acodaba en un sillón gris. Bonati le ha encargado a Urquiola, en palabras de ella, “poner orden” en las boutiques de Panerai. “La esencia y origen de la marca es el mundo marino. Ahí están sus ondulaciones, su luz, sus formas, su movimiento”, dice, sobre el nuevo modelo de tienda. La primera sede en experimentar el lavado de cara fue la de Florencia, cuna de la relojera. Después, Melbourne y, próximamente, Londres y París. Líneas sinuosas, muebles ergonómicos, borbotones de luz (los clientes necesitan ver bien los modelos, oiga), un reloj mural con una versión a gran escala de los emblemáticos instrumentos Panerai, alusiones al mundo náutico… “He utilizado mármol pulido italiano, latón bruñido, bronce y un vidrio acanalado especial, transparente y con efecto ondulado en clara referencia al mundo del mar”, puntualiza Patricia Urquiola. Así serán los nuevos espacios Panerai, una inmersión en materiales nobles trabajados con precisión: algo fundamental para una firma que se hizo célebre equipando a las fuerzas especiales de la Marina Italiana.