El Pais (Madrid) - Icon Design
El nuevo traje regional
La versión 2018 de la butaca A.B.C. de Flexform viene enfundada en el tejido tirolés por excelencia
Durante decadas, el sillon reclinable reino sin competencia en la categoría de los asientos estéticamente cuestionables pero incuestionablemente cómodos. Hasta que Antonio Citterio, todo un especialista en el arte de aunar opuestos, creó la butaca A.B.C. para la casa italiana Flexform. Corría 1996 y el diseñador más prolífifico de su generación dedicaba un homenaje a las Vanguardias, la Bauhaus y el diseño modular encajando dos cojines acolchados –asiento y respaldo– en un marco cartesiano de tubos metálicos. Ahora la butaca A.B.C. regresa en una versión más cálida que la original. Échele la culpa al suave cuero que rodea los brazos, pero sobre todo a la tapicería de loden, el resistente tejido de lana con el que los tiroleses se abrigan desde el origen de los tiempos.