Un anciano niega que diera dinero a niñas por sexo porque tiene novia
Retuvo a tres jóvenes en el salón y llamó al 091 al creer que le iban a robar Una de las adolescentes dice que le manoseaba y le ofrecía relaciones
Francisco H., un zaragozano de 82 años, negó ayer tajantemente que haya ofrecido dinero a niñas y adolescentes de su barrio para mantener relaciones sexuales. «Yo tengo novia, no necesito pagar a nadie para hacer el amor», contestó al fiscal, ante la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Zaragoza. Este, sin embargo, mantuvo la acusación de corrupción de menores por la que le solicita tres años de prisión, además de una multa por delito leve (falta) de lesiones por una bofetada a una joven, que sí reconoció, aunque motivada.
Según explicó el acusado, tres jóvenes acudieron acompañadas de una adulta a su casa, días antes del 29 de octubre del año pasado, ofreciéndose a limpiar, y él dijo que podía dar trabajo a una de ellas. Pero cuando empezaron a preguntarle «que si tenía plata para limpiar, que si tenía oro y que dónde guardaba el dinero», las despachó.
A los pocos días se fue a buscar caracoles y al regresar por la noche se encontró su puerta quemada y sellada con silicona, por lo que durmió en el coche. Llamó a un cerrajero –«82 euros me sopló»– y por la tarde llamaron al telefonillo las niñas «del otro día». Así que las hizo pasar al salón, las encerró y llamó a la Policía. En el interín, explicó, una de ellas (que está en paradero desconocido) se acercó a él y «menos mal que le di una hostia, porque si no no sé qué me habría hecho», explicó. Pero entre el golpe y los nervios, las niñas estaban llorando cuando llegó la Policía, y el detenido fue él.
La secuencia que contó una de las jóvenes, de 12 años, fue similar, pero aseguró que si fueron a casa del anciano fue para recriminarle que le «tocara el culo» a otra de las jóvenes, de 17 años. Esta añadió además que cuando fueron, les pasó a la habitación y les sugirió «probar la cama» los cuatro, desabrochándose la camisa. Y casi al final habló de que el hombre, al que primero dijo que casi no conocía, le había propuesto «follar» en su casa.
El abogado del hombre, Noé Gabás, incidió en las evidentes contradicciones de las niñas y atribuyó la acusación a ver frustrado un robo, por lo que pidió su absolución.
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