El ADN de la ‘grapo’ enjuiciada aparece en las cartas de Cordón
La Guardia Civil asegura que la prueba señala a María Victoria Gómez Los investigadores también avalan el cautiverio del aragonés
La Guardia Civil confirmó ayer que el empresario aragonés Publio Cordón estuvo cautivo en una casa de Lyón (Francia), ya que las letras de la jamba del armario donde le encerraron se corresponden sin duda alguna con su caligrafía.
Así lo manifestaron en la segunda sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Nacional contra los integrantes de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), José Antonio Ramón Teijelo y María Victoria Gómez Méndez, acusados de alquilar la casa de Lyón donde estuvo retenido Cordón y de enterrar su cuerpo, si bien el lunes ambos negaron su participación en los hechos.
Durante la presentación de las pruebas periciales, los investigadores también resaltaron que en algunas de las cartas que Cordón envió a su familia durante el secuestro, que se produjo el 27 de junio de 1995, se encontró ADN de María Victoria Gómez. Según los agentes, estas pruebas no dejan lugar a dudas de la participación de los dos acusados en los hechos que se les imputa y por los que el fiscal pide para cada uno 17 años y 4 meses de cárcel por secuestro, 20 años por homicidio por omisión y seis meses por estafa, es decir, un total de 37 años y 10 meses de prisión.
El instructor de la Guardia Civil en este caso y varios agentes del cuerpo comparecieron en la vista para explicar la investigación y el funcionamiento de los GRAPO en ese momento, cuyo aparato de propaganda estaba dirigido por el acusado Teijelo desde Lyon, lo que respalda aún más su participación en el secuestro y en la infraestructura para el cautiverio de la víctima. De hecho, ese aparato siempre estuvo en Lyon para que no fuera «tocado» por los golpes policiales al GRAPO en París.
Los agentes aseguraron que en el secuestro del empresario aragonés la banda terrorista utilizó a la totalidad de sus efectivos en Francia, como se comprobó en la documentación incautada en la desarticulación de su cúpula en el año 2000, por lo que deducen que los dos acusados estuvieron involucrados.
Ambos, haciéndose pasar por profesores españoles de francés, alquilaron la casa por un año con identidades falsas, pero a finales de julio de 1995 la dejaron alegando una enfermedad de María Victoria.
Pocos días antes, Cordón intentó huir por una ventana de la buhardilla en la que estaba recluido, quedó malherido, no recibió atención médica y falleció. Los terroristas le enterraron en el Mont Ventoux francés y el GRAPO ocultó la muerte para poder cobrar el rescate de 400 millones de pesetas que la familia pagó en agosto de ese año.
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