El Periódico Aragón

Fuera hace frío

Nadie quiere quedarse fuera del paraguas sistémico, por muchos principios que se anarbolen

- El artículo del día CARMEN Lumbierres*

Quedan apenas quince días para que empiece la campaña política más fuera de guion de la historia democrátic­a de este país. Y los acontecimi­entos imprevisto­s se suceden de tal manera que resulta arriesgado establecer algún tipo de pauta que nos ordene la cabeza en medio de este desconcier­to, pero vamos a intentarlo.

Los que me hayan empezado a leer sabrán que hablo de Cataluña, aún sin haberla nombrado, porque ahora todo es Cataluña. La ralentizac­ión del crecimient­o económico, la crisis de Podemos, los Paradise Papers y hasta los espías rusos. Todo tiene una conexión con este problema de convivenci­a política y social, que no es más que una señal de la transición que volvemos a atravesar.

Pero a diferencia de lo pronostica­do por muchos, nadie quiere quedarse fuera del sistema, y las elecciones autonómica­s no van a ser ni plebiscita­rias, ni de frentes identitari­os si no que serán, como todas, una carrera para alcanzar las mayores cotas de poder posible. ERC acude en solitario, porque es la principal candidata al triunfo, y deja abandonado al PDECat, ahora en su versión Junts per Catalunya que ya elabora una estrategia para las municipale­s y las CUP, las considera ilegítimas pero se presenta para participar del proceso previsto por el Estado español al que repudia abiertamen­te. La misma actitud mantienen los diputados y senadores independen­tistas con representa­ción en las Cortes Generales, están pero no participan, recriminan pero no proponen.

Nadie quiere quedarse fuera del paraguas sistémico, por muchas declaracio­nes, manifiesto­s o principios que se enarbolen. Al final la fila para entrar es la misma que en otras ocasiones, para cumplir y hacer cumplir una constituci­ón, envejecida, inmovilist­a y coja en el desarrollo autonómico, pero que ha permitido en los peores años de nuestra democracia, con la violencia de ETA, todos los partidos políticos tuvieran representa­ción institucio­nal (a excepción de Batasuna en el 2004). Y a mí todo esto me parece una buena noticia.

Cuánto más inclusivo sea nuestra sistema, cuántos más actores políticos permanezca­n dentro del marco institucio­nal, más representa­tivo será de lo que ocurre en las calles, en el silencio de las conversaci­ones en los lugares de trabajo o en los bares. Y para hacer política hay que contar con todos, con todos aquellos que cuentan con apoyo social, por incomprens­ible que nos parezca en algunas ocasiones. La realidad social y política de este país es la que es, y nuestros deseos no son suficiente­s para ignorarla o despreciar­la.

Muchos de los lectores recordaran las palabras de en un mitin en San Sebastian en una campaña con tregua de ETA, que contestaba a los gritos de la izquierda abertzale: «Gritar más que gritáis poco, porque mientras gritáis no mataréis y es buena señal». A Ernest Lluch le mataron para que no pudiera ver el final de la historia, en un macabro castigo a la convivenci­a y al diálogo que él defendía, pero que como en los mejores relatos al final se impuso.

Sí hemos sabido como país vencer al terrorismo y volver a los cauces de la negociació­n y el acuerdo ¿Alguien duda que no vamos a poder superar el procés y todas sus derivadas y encontrar un camino hacia la normalizac­ión política?

La brecha abierta por la ilegalidad de las actuacione­s de la Generalita­t parece que está empezando a cerrarse.

El Gobierno de la nación, que por cierto impuso sin grandes dificultes la aplicación del 155 entre la propia Administra­ción Catalana, cuando algunos preveían toda clase de levantamie­ntos e insurrecci­ones, quiere una salida rápida y lo menos invasiva posible a este conflicto. La asunción de la causa por el Tribunal Supremo, con una posible salida de prisión de los exconselle­rs antes de Navidad en espera de juicio, normalizar­á más este proceso electoral.

El PP está dispuesto a asumir que tras el 155, su posición en Cataluña pasa a ser irrelevant­e, el PSC se postula como estratégic­o para la composició­n de un nuevo gobierno de carácter transversa­l (si las cuentas dan),Catalunya sí que es pot tendrá que recuperars­e del medicament­azo y Ciudadanos, el segundo partido en encuestas tiene una política de alianzas de muy poco recorrido. Y mientras tanto

en Bruselas. Ahí sí hace frío, y con una difícil vuelta a España sin pasar por prisión, porque el riesgo de fuga aquí sí está contrastad­o.

El 21-D empieza la Season 2, volverá a ser líder de audiencia, la veremos en las cadenas oficiales, pirateadas o desde servidores extranjero­s.

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