El acusado de matar a su esposa tiene un gran control de impulsos
Las psicólogas le definen como dominador aunque de fácil humillación Los forenses dicen que Coral murió desangrada tras recibir 42 puñaladas
Salvador Gázquez Rico podía haber luchado contra sus impulsos de acabar con la vida de su esposa Coral González García en el domicilio conyugal de la avenida Cataluña de Zaragoza, en el 2015. Así lo estimaron ayer las psicóloga del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA), Cristina Andreu y Virginia Mínguez, quienes no dudaron en destacar «su gran capacidad de control de las emociones». De esta forma dejaron en entredicho las declaraciones del encausado durante el primer día del juicio que se está celebrando en la Audiencia de Zaragoza en el que aseveró que se sintió «ofuscado» porque la víctima quería quedarse con su patrimonio tras el divorcio.
No obstante, estas doctoras recalcaron que Gázquez Rico es «muy susceptible a la humillación», que fue otro de los argumentos de descargo que empleó el encausado en su defensa al apuntar que Coral González García había comenzado una relación sentimental con otro hombre con el que ella le comparaba abiertamente.
Las psicólogas forenses explicaron a los miembros del jurado popular que no padece ninguna patología psiquiátrica ni trastorno psicológico que le llevara a hacer lo que hizo. «Estamos ante una persona muy introvertida, sin vínculos afectivos profundos. Apenas tiene amigos y tam-