La batalla de Berizzo
El Sevilla confirma que el entrenador argentino padece un cáncer de próstata que le fue detectado hace unos diez días Ernesto Marcucci, su segundo, se hará cargo del primer equipo en su ausencia
Guido Pizarro se levantó del césped como un loco. Su remate entre una multitud de piernas de jugadores del Liverpool y el Sevilla había entrado, el empate, la gesta se había consumado, el 3-3 era un hecho. El centrocampista empezó a correr con una estela de compañeros a rebufo. Pero su trayectoria tenía un objetivo: Eduardo Berizzo.
Banega estaba exultante. Su segunda parte fue magnífica, en ella se sustentó la gran remontada tras el 0-3. Pero cuando habló en zona mixta, todavía con ese semblante de gesta, rechazó méritos, todos iban para un mismo nombre, una misma persona. «El míster se lo merece, la responsabilidad es suya, estamos a muerte con él». El entrenador del Sevilla había comunicado el domingo a su plantilla, un día de después de vencer al Celta en el partido de Liga, que le habían diagnosticado cáncer de próstata.
Él mismo lo sabía desde una semana antes aproximadamente.
El Zaragoza también mandó un mensaje de ánimo a través de Twitter: «¡Este partido lo ganamos!»
El técnico, que entrenó ayer, tiene idea de someterse a una intervención a mitad de diciembre
Unos análisis de sangre rutinarios sirvieron de alarma. Algo no cuadraba y se sometió a más pruebas, hasta detectar el tumor en la próstata.
El club y el mismo Berizzo quedaron en anunciarlo tras el partido ante el Liverpool, pero la información corrió como la pólvora el mismo martes por la noche y todo se precipitó. Ayer se hizo oficial y la cascada de apoyos ha sido incesante, todo el fútbol español ha querido mostrar su cariño y transmitir su fortaleza al técnico argentino, empezando por el eterno rival, el Betis, a través de su entrenador, Quique Setién, entre otros. También lo hizo el Real Zaragoza: «Toda nuestra fuerza y apoyo para el entrenador sevillista Eduardo Berizzo. ¡Este partido lo ganamos! #AguanteToto», escribió en Twitter.
La noticia cayó como un jarro de agua fría en el club nervionense. Pero la reacción fue clara y unánime. La primera plantilla escribió una carta conjunta de apoyo a su entrenador: «Vamos míster, te sobran huevos para superar todo esto. No estás solo en esta batalla (...)».
La entidad, desde la planta noble, también quedó a disposición del técnico. El presidente, José Castro, fue rotundo en su mensaje. «El entrenador quiere total normalidad, de verdad que está animado. Reitero que desde el club estamos volcados con él. No miramos otro escenario que no sea seguir contando con él», aclaró. Y esa será la línea del club. La idea es dejar en sus manos el proceso y las decisiones trascendentales, teniendo en cuenta que lo primero es su salud. De momento, Berizzo entrenó ayer sin aparente problema por la mañana.
En principio, y aunque todo está a expensas de más pruebas médicas y de la evolución de Berizzo, la idea inicial del técnico es someterse a una intervención quirúrgica en la segunda mitad de diciembre a lo sumo. Aunque el tratamiento podría alargarse, los servicios médicos, dentro de la gravedad, son moderadamente optimistas y piensan que si todo va bien podría volver a reincorporarse a su trabajo pasadas unas semanas. Mientras, todo apunta a que su segundo, Ernesto Marcucci, se hará cargo del equipo.
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