las claves
1 Si hubo o no consentimiento
Está sobradamente acreditado por los vídeos que grabaron los procesados que los cinco miembros de
la Manada tuvieron contacto sexual con la chica. Por lo tanto, la clave es dilucidar si fue consentido o no. La denunciante afirma que fue forzada y violada, mientras los acusados lo niegan y aseguran que no le obligaron a nada. Eso sí, admiten que la joven no expresó verbalmente su consentimiento. Los médicos forenses han confirmado que la muchacha sufrió erosiones en la vagina. Y los psicólogos han dado credibilidad al relato de la víctima y han certificado que padeció un trastorno de estrés postraumático.
2 La interpretación de las imágenes
El tribunal ha podido visionar durante el juicio los siete vídeos que grabaron algunos de los procesados y donde se puede apreciar la supuesta agresión sexual. Son 96 segundos. Los policías forales que lo han analizado han explicado que no se aprecia consentimiento por parte de la chica a la hora de mantener sexo con los acusados. Los que han visto los vídeos dicen que están movidos, tienen mala luz (era de madrugada y en un espacio cerrado) y mala resolución. En la grabación no se oye a la chica decir nada y sí a algunos de los acusados dándole instrucciones. «La denunciante adopta un rol pasivo y neutro», señala la policía foral.
3 Pruebas aceptadas y rechazadas
Los mensajes que los jóvenes intercambiaron en el grupo de WatsApp los días previos al viaje a Pamplona fueron rechazados como prueba. Han quedado fuera del juicio frases del tipo: «En Pamplona las ideas claras, tío. Buscar gorditas con casa. Gorditas pamplonicas…». En cambio, el tribunal sí ha aceptado parte de un informe elaborado por una detective (declara hoy) que hizo un seguimiento de la víctima por las redes sociales con el que se pretende demostrar que la joven tenía tras los hechos una vida normal y no sufría ningún trastorno. Cuatro acusados tienen pendiente otro juicio similar en Córdoba.