Las emisiones diésel cuestionan el sistema de etiquetas de la DGT
Muchos vehículos de gasóleo con distintivo ambiental emiten tanto como los que no lo tienen Unos radares anticontaminación que la UE prueba en Madrid podrían ser un sustituto eficaz
Los estudios que certifican el alto poder contaminante de los diésel más modernos llevados a cabo a raíz del dieselgate circulan desde hace meses por los despachos de las administraciones, los especialistas en medioambiente y las entidades ecologistas. Muchos de estos vehículos disponen de etiquetas medioambientales de la Dirección General de Tráfico (DGT) que les permitirán circular en los episodios de alta contaminación y en áreas restringidas a vehículos limpios en Madrid y Barcelona. ¿Cómo puede evitarse este sinsentido? ¿Es sensato limitar la circulación a millones de conductores que adquirieron sus coches de buena fe hace tan solo unos meses o unos pocos años?
Ecologistas en Acción, la organización más activa en la lucha contra la contaminación del aire, ha reclamado a la DGT un cambio en las etiquetas que se ajuste más a las emisiones reales. Este organismo identifica con distintivos ambientales amarillos (B) a los diésel matriculados desde el 2006 hasta septiembre del 2014 (Euro 4 y Euro 5) y con los verdes (C) a los matriculados a partir de esa fecha (Euro 6), pero ni unos ni otros pueden considerarse precisamente limpios.
«Los / de la etiqueta verde pueden llegar incluso a emitir 12 veces lo permitido legalmente. Y algo similar pasa con los de la amarilla, como los vehículos matriculados en el 2001 por las trampas de los fabricantes, como revelan, entre otros, el estudio de la True Initiative (Iniciativa Verdad)», recuerda Nuria Blázquez, portavoz de transportes de la entidad ecologista. Es más, Europa cambió el pasado septiembre las pruebas de homologación para que estas midieran las emisiones reales, no las de laboratorio, reconociendo que los coches vendidos a partir del 2015 contaminaban también mucho más que lo establecido.
«Los distintivos crean confusión y sirven incluso para respaldar la publicidad engañosa de fabricantes y vendedores de vehículos, que siguen afirmando que los vehículos diésel Euro 6, e incluso