El Supremo
Sorpresa tras sorpresa. El Ts ha firmado una de las páginas más vergonzosas de la justicia española. El problema de fondo es que este Alto tribunal tiene que hacer de intérprete de la legislación y eso es algo que no debería de ser así. Es arriegado confiar en un tribunal que , con importantes presiones (políticos, banqueros, asociaciones...) tenga que aclarar «qué dice la Ley». Algo que está escrito y todo el mundo puede leer y entender. Esto pone en entredicho sus sentencias, no solo por sorprendentes, sino como por sus injustificables cambios reiterados de criterio. Algo insólito. La legislación debe de ser clara. Una maraña legislativa y además mal hecha no ayuda en nada a que los ciudadanos se aclaren. Algo tendría que hacer el Gobierno sobre esto. Como va sucediendo últimamente con el tema de la banca siempre nos queda como esperanza la Justicia Europea... El impuesto de Actos Jurídicos Documentados está regulado por una ley del año 1993 donde se dice que este tributo autonómico debe de ser pagado por la entidad financiera, y que es desarrollada por un reglamento del año 1995 (que no puede contravenir a la ley) donde se dice que este impuesto lo debe de pagar el hipotecado. ¡increíble! Y durante 20 años sorprendentemente ha prevalecido el criterio de este reglamento... Juanma Orgaz Zaragoza