Investigadores aragoneses
Ha pasado casi un siglo desde que apareciera la gripe española. Después de esa pandemia, de una amplitud innegable, el mundo conoció muchas más: la gripe de Singapur en 1957, la de Hong Kong en 1968 y la AH1N1 en 2009. Aprendimos muchas lecciones de cada una de esas epidemias, que en este tiempo nos ha ayudado a estar más capacitados y una mejor prevención. Ahora nos ha llegado otra, el covid-19. Pero ya estamos mejor armados debido a la investigación. Hoy día podemos esperar a tener los medios terapéuticos y contar con vacunas para combatir cualquier enfermedad epidémica en plazos más breves.
Otra cosa es el ritmo de la vacunación. Pero además de la maldita pandemia que ensombrece a cualquier otra noticia, hay una enfermedad infecciosa, asociada con la pobreza, que mata cada año, desde hace décadas, la misma población que la actual pandemia.
La tuberculosis y sus diferentes cepas, que a pesar que el tratamiento ha ido avanzando y la infección ha ido reduciendo, no así su centenaria vacuna.
Pues ahí ha estado un equipo de científicos de la Universidad de Zaragoza, encabezados por Carlos Martín, que ha desarrollado una vacuna que ofrece una mayor inmunidad que la actual, contribuyendo con ello a erradicar e inmunizar de forma global a la población mundial. Infección en continua amenaza para la vida de millones de habitantes del tercer debido a la falta de alimento y las malas condiciones higiénicas. Que el trabajo de este equipo de investigadores aragoneses, sirva como referente para impulsar la cultura de la investigación, creando un tejido firme en Aragón que evite la fuga de nuestros talentos.