Nevada histórica
La borrasca ‘Filomena’, que aún seguirá activa hoy, cubre de blanco toda la comunidad autónoma, también Zaragoza, que no vivía un día así desde 1930
► La DGA pide ayuda al Ejército para auxiliar a los municipios
Educación sopesa si suspende las clases
► Un autobús vuelca en Zuera por el hielo pero sin heridos de gravedad
1.500 camiones tienen que parar en la carretera
► Madrid se colapsa por un temporal que deja 4 muertos
Barajas sigue cerrado, al igual que el ferrocarril
Con el 80% de la red de carreteras en alerta roja (4.200 kilómetros), más de 1.300 camiones retenidos en áreas de servicio de la comunidad, decenas de pueblos aislados y un dispositivo sin precedentes trabajando a destajo contra 24 horas de precipitaciones en forma de nieve en toda la comunidad, la de ayer puede considerarse, a todas luces, una nevada «histórica» en la comunidad que anoche se transformaba en hielo y en peligro. Las malas condiciones en las carreteras provocaron el vuelco, a las 22.30 horas, de un autobús de línea regular Huesca-Zaragoza en la A-23, a la altura de Zuera que dejó ilesos a sus 6 pasajeros, entre ellos una niña, y con heridas leves al conductor, que fue trasladado a un centro hospitalario. Una suerte dado el aspecto que presentaba el autobús.
La de ayer fue una jornada para el recuerdo que deja registros hasta ahora inéditos en mucho tiempo, como los 20 centímetros de espesor acumulados en Zaragoza capital o los entre 22 y casi 26 litros por metro cuadrado registrados en las tres provincias de forma ininterrumpida.
Lo peor es que hoy seguirá. Solo el valle del Ebro, especialmente en Aragón y Cataluña, están en alerta roja por nieve en toda la Península Ibérica. En unas próximas 24 horas en las que el Gobierno autonómico debe tomar decisiones importantes, como la posible suspensión de las clases en los centros educativos de la comunidad mañana lunes. La petición de auxilio al Ejército, cuya ayuda se garantizó desde el Ministerio de Defensa se formalizó. La opción educativa está sobre la mesa, según dijo ayer el Ejecutivo autonómico, y no se descarta si, como se teme, Filomena va a más a lo largo de esta jornada dominical.
El escenario era casi inédito ayer en Aragón, cubierto prácticamente de blanco en cada rincón y, aunque afortunadamente no hubo daños personales que lamentar, sí múltiples incidencias y frentes abiertos en una red de comunicaciones que quedó prácticamente colapsada desde por la mañana. Más de 200 carreteras, tanto principales como secundarias, se vieron afectadas por el temporal, prácticamente la totalidad de la red viaria de Aragón.
20 LITROS EN 24 HORAS // En la provincia de Zaragoza, con nevadas más copiosas en las zonas de Calatayud, Daroca, Tarazona, Cariñe
El Gobierno se reúne hoy para abordar el traslado de las vacunas Pfizer a las comunidades
na y las Cinco Villas. En la de Teruel, el talón de Aquiles era la sierra de Albarracín, que lleva varias semanas recibiendo precipitaciones y en municipios como Orihuela del Tremedal el espesor acumulado superaba rápidamente el metro. Cayeron de 20 a 30 litros en un día y, con los 60 que llevan desde el jueves, ya van 90 en tres días. Además, la provincia turolense tuvo cuatro carreteras autonómicas cortadas: la A-227, a la altura de Cantavieja, la A-2705, la A-2514, la A-2513 y la A-2401. En Huesca, la capital recibía 10 centímetros de nieve, pero eran otras localidades como la de Fraga, que con 25,8 litros por metro cuadrado en 24 horas no está tan acostumbrada a nevadas como esta y sufrió más de lo esperado durante todo el día. Se cerró por la nieve un tramo de la vía A-2606 que une Escarrilla y el balneario de Panticosa.
Renfe decidía suspender todos sus servicios ferroviarios por el mal estado de la red y la previsión de que la situación meteorológica fuera a peor. Solo se salvó el Cercanías de Zaragoza, entre Casetas y Miraflores, que siguió funcionando con normalidad. Este quedaba a resguardo del túnel que atraviesa toda la capital aragonesa desde la entrada en la intermodal de Delicias, una estación que ayer se quedaba prácticamente vacía por la suspensión de los viajes, especialmente los del AVE, que habrá que ver cuándo se recuperan dada la situación, mucho peor, en la que se encuentra Madrid. De hecho, a nivel nacional se cancelaron prácticamente todas las conexiones por ferrocarril.
Junto a la intermodal, en la estación de autobuses de Zaragoza, la actividad no se interrumpió en su totalidad. Algunas compañías cancelaron sus salidas, dejando sus vehículos durmiendo a la intemperie bajo el manto blanco que cubría Zaragoza esperando a que escampe. Otras sí emprendieron ruta con viajeros, pocos, a bordo. Lo cierto es que no hubo accidentes graves que lamentar.
QUITANIEVES A DESTAJO En las carreteras, la situación no era mucho mejor. Centenares de quitanieves trabajaron a destajo todo el día tratando de aliviar la complicada situación en multitud de pueblos. Pero la precipitación fue tan copiosa y extendida por las tres provincias que rápidamente el manto blanco volvía a afectar a toda la red de comunicaciones.
Por eso al final del día ya eran 1.305 los camiones embolsados en áreas de servicio y gasolineras, fundamentalmente en la autovía Mudéjar (la A-23), y la A-2 , que están de las más perjudicadas en España. Mientras, los que no se veían perjudicados se exponían a un trayecto más complicado del que se preveía el día anterior. Solo por la mañana se contabilizaron más de 200 incidencias en carreteras de la red principal y secundaria. Y otras 30 por la tarde.
El balance matutino en el Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi) del edificio Pignatelli, sede de la DGA, ya daba pistas. La consejera de Presidencia, Mayte Pérez, aseguraba que la situación estaba «controlada, con dificultad», pero no descartaba recurrir a la Unidad Militar de Emergencias (UME), hecho que se produjo. Incluso la UME de Zaragoza trasladó ayer un equipo hasta el aeropuerto de Barajas para colaborar en las tareas de limpieza, según informó la ministra de Defensa, Margarita Robles. Por otro lado, la delegada del Gobierno en Aragón, Pilar Alegría, pedía precaución porque quedaban «horas difíciles en las tres provincias».
Y mientras la borrasca mantenía en vilo a todo el país, el Gobierno central anunciaba que hoy se reúne para abordar cómo se desplazarán las vacunas Pfizer hasta las comunidades autónomas.