La amenaza británica
Los expertos advierten que si la variante inglesa se extiende, la tercera ola será la peor de todas La hipótesis más verosímil es que la nueva cepa lleve más de un mes circulando en nuestro país
La tercera ola de la pandemia puede acabar siendo la peor. Al cansancio de la población, el frío, la saturación del sistema sanitario y la relajación de las restricciones en Navidad podría sumarse el efecto de la variante británica del virus, mucho más contagiosa. Ningún experto se atreve a vaticinar si va a impactar aquí como lo ha hecho en el Reino Unido, completamente descontrolada, pero es uno de los escenarios que se contemplan para finales de enero y febrero. La mayoría de los especialistas abogan por aumentar las actuales restricciones aunque solo sea por el principio de precaución.
El esfuerzo del Gobierno se concentra en averiguar el alcance de su presencia en España, pero los datos disponibles son aún muy pocos. El pasado jueves María José Sierra, la número dos de Fernando Simón en el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), informó de la confirmación de «alrededor de 60 casos» en varias autonomías, más otros «que están en estudio».
Sierra no respondió a la pregunta de este medio sobre en qué porcentaje de casos se efectúa la secuenciación del genoma. Esta técnica permite identificar a qué linaje pertenece el virus. Gran Bretaña secuencia el 10% de todas los positivos, y así sabe que en las zonas sur y sureste de Inglaterra, incluido Londres, supone ya el 80% de los casos. En el resto de áreas, va por el 50%. Se estima que uno de cada 30 londinenses está infectado, con una incidencia estratosférica de 2.871 casos por 100.000 habitantes, no alcanzada por ninguna otra ciudad importante del mundo. La velocidad de reproducción del virus es de 1,87, lo que significa que los casos casi se duplican semanalmente, mientras que el riesgo de rebrote está en 5.368.
SIN RESPUESTAS $ Más allá del dato de los 60 casos detectados, el Ministerio de Sanidad no dispone de una estimación sobre cuál es el nivel real de circulación del linaje en España. Cuando este diario le inquirió al respecto el jueves, María José Sierra se limitó a responder que están «trabajando en los protocolos de la secuenciación» y que «en los próximos días» habrá más datos.
José Martínez Olmos, secretario general de Sanidad con Zapatero, lamenta la «falta de transparencia» de lo que se está haciendo. «Para detectar la variante y saber que circula hay que buscarla. Sería conveniente saber lo que se está haciendo, donde se hace y qué resultados de obtienen de la búsqueda y el descifrado genómico de los casos. Se requiere una estrategia específica para eso, tal como recomendó el Centro Europeo de Control de Enfermedades», dice.
En España circula seguramente desde hace más de un mes, antes de que se limitara la llegada de vuelos a españoles o residentes. La Fundación Fisabio de la Comunidad Valenciana ha detectado las mismas mutaciones en muestras tomadas hace dos semanas a dos pacientes que ni habían viajado al país ni se habían relacionado con personas que sí lo hubieran hecho, lo que es un indicio de que lleva por aquí bastante más de tres semanas. Podría incluso estar influyendo en la subida de la tercera ola, pero la falta de datos impide saberlo.
El ministro Salvador Illa asegura que el plan de Gobierno es el mismo con cepa o sin cepa: Que las comunidades autónomas apliquen las restricciones previstas en el estado de alarma «que ya derrotaron la segunda ola» en función de su situación epidemiológica. Entre ellas no están los confinamientos domiciliarios.
Si a otro pico causado por los contagios de la Nochevieja y Reyes, se le añadiera la nueva cepa, el panorama sería más negativo. «Superaríamos el máximo de octubre», el de la segunda ola, y «no sé si el de marzo, pero solo hace falta ver cómo está Reino Unido», dice la investigadora de Biocomsc, Clara Prats. «Con este frío, cerramos ventanas cuando deberíamos abrirlas. Y hemos empezado a vacunar, pero no se verán los efectos hasta más adelante. El entorno europeo crece mucho», valora .
PELIGRO DE LA NUEVA CEPA $ «Europa debe aumentar sus esfuerzos para frenar la pandemia porque los casos aumentan en la región debido a la nueva cepa, aún más contagiosa», alertó el pasado jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS), para cuyos especialistas esta cepa «podría reemplazar progresivamente a las que ya están en circulación en la zona, como se ha observado en el Reino Unido y Dinamarca».
Miguel Sebastián, economista y exministro de Industria, ve muy posible que la cepa británica ya esté aquí en dimensiones importantes. «¿Quién puede decir que no? Han estado llegando británicos sin parar los últimos meses». Él preconiza un confinamiento breve pero estricto que nos permitiría afrontar la actual subida de casos y la probable llegada de la cepa. No haría falta que fuera tan riguroso como en marzo. «Se podría permitir salir a pasear, que ya se ha demostrado que no aumenta el riesgo», señala.
Algunos especialistas han puesto en duda que la variante sea mucho más contagiosa. Se alude a un posible efecto de las relajación de los británicos, pero todos los estudios publicados hasta ahora por organismos oficiales británicos lo ratifican. Muchos responsables sanitarios han intentado tranquilizar a la población asegurando que la nueva cepa no es más letal. Y así es. La enfermedad que causa no es más grave. Pero en realidad, ¿qué es peor, una cepa más contagiosa o más mortal?
«Es posible que esté ya extendida. Habría que decretar un confinamiento breve»
«Con la variante superaríamos el máximo de octubre y no sé si el de marzo»