El Periódico Aragón

Pablo Casado aviva una revuelta autonómica contra el Gobierno

El PP bendice la rebelión de su barón en Castilla y León por el toque de queda y le quita foco a Ayuso Moncloa anuncia recurso y se prepara para el desgaste sin freno al ministro Salvador Illa

- GEMMA ROBLES eparagon@elperiodic­o.com MADRID

Conviene prepararse para una semana negra con los datos del Covid. Muy muy negra. Estamos en otra ola. La tercera, en la frente. Inevitable­mente el empoderami­ento del virus y las distintas visiones sobre cómo combatirlo dominará la actualidad de los próximos días y se mezclará sin disimulos con otro asunto que sobrevuela la política nacional: la decisión de fulminar las elecciones en Cataluña el 14-F. Es lo que tiene mantener como ministro de Sanidad a quien es al tiempo flamante candidato del PSC, Salvador Illa, y que le llueva sobre la cabeza por decreto una precampaña que se antoja larguísima. Ojo, que ya hay organizaci­ones ligadas a la economía que sopesan oponerse al aplazamien­to de comicios en los tribunales, lo que no evitará en todo caso que el intento de desgaste sobre la figura socialista con cartera ministeria­l va a ser intenso, extenso y transversa­l.

REBELIONES El primero en sumarse a esta partida ha sido el líder del PP, Pablo Casado, apoyando rebeliones como la de Castilla y León este fin de semana, al marcar el toque de queda a las ocho de la noche a sabiendas de que legalmente el tope está en la diez. Casado ha olfateado la posibilida­d de erosionar al Gobierno (que ya ha anunciado recurso contra Castilla y León) y, sobre todo, a Illa.

Los incontesta­bles números coronavíri­cos; la saturación de las ucis en determinad­os territorio­s y la resistenci­a de cada vez más comunidade­s a tomar solas medidas de contención que rozan el drama, aunque antaño pidieran exactament­e eso, juegan a favor del jefe popular si se habla en términos de opinión pública. Y le complican la vida a Pedro Sánchez y a su titular de Sanidad, que además de cometer errores de gestión, como los demás, caerían en otro si cuentan con que una ciudadanía agotada detecta continuame­nte el cinismo de algunas posturas autonómica­s o está al detalle del reparto competenci­al o la letra pequeña de los decretos .

Además, el camino de crítica que ha tomado Casado, y que subinaranj­a), rá de decibelios desde este momento hasta la celebració­n del consejo interterri­torial del próximo miércoles, puede darle seguridad como líder del PP. Sí, porque bendecir la supuesta estrategia de resistenci­a de uno de sus barones moderados, como es el castellano­leonés Alfonso Fernández Mañueco (aplaudido además por su socio le quita algo de foco a la ultramediá­tica y madrileña Isabel Díaz Ayuso, quien hasta ahora capitaneab­a la confrontac­ión con Moncloa por el Covid. Y que, en más de una ocasión, ha eclipsado al propio Casado.

Además el respaldo a Mañueco, aunque suponga subirse al incumplimi­ento de la legislació­n vigente sin esperar a que se modifique, no le saldrá demasiado caro al PP. No, porque el Gobierno es consciente de que tiene que estudiar sin perder excesivo tiempo ese cambio en los horarios de toques de queda que no solo le demanda Castilla y León (aunque en este caso Illa pretenda dar un escarmient­o judicial por no haber esperado a una decisión oficial), sino más comunidade­s. Y porque la coyuntura vírica invita a flexibiliz­ar esa medida para estar antes en casa, por más que suponga modificar un decreto ya aprobado. Pero el Ejecutivo sabe que no es en este punto en el que está el principal punto de fricción con las autonomías (las del PP pero también con alguna socialista) sino en quién le pone el cascabel al gato de un pseudocier­re económico, con comercios y bares a la cabeza, para frenar la dramática expansión del Covid.

Ningún territorio quiere asumir unilateral­mente semejante iniciativa, porque saben lo que significa social y económicam­ente. Pero en paralelo todos saben cuál es el coste sanitario de no hacer nada y, por eso, algunos apuntan hacia arriba, hacia el hermano mayor que en este caso es el Ejecutivo central, para demandarle que sea él el que decrete o permita un confinamie­nto domiliciar­io, al que se niega de momento.

DEBATE Ese es el gran debate de fondo. Ese es el gran debate que estará sobre la mesa del consejo interterri­torial del miércoles, sobre el que algunos ya dan pistas. «Ante la fuerza de la tercera ola hay dos caminos: o restringir la actividad económica para salvar vidas o renunciar a restringir la actividad económica aunque ello suponga, en una comunidad tan envejecida como Asturias, miles de muertos», dejo escrito en redes sociales, este domingo, el presidente de Asturias, el socialista Adrián Barbón, hasta ahora uno de los más insistente­s en reclamar capacidad para confinar.

El cierre de bares y comercios de forma generaliza­da, otra vez en un debate político

 ?? TAREK / EFE ?? Ayuso y Casado conversan en un bar de la localidad madrileña de Móstoles, el pasado día 5.
TAREK / EFE Ayuso y Casado conversan en un bar de la localidad madrileña de Móstoles, el pasado día 5.

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