Omar Sy, el nuevo niño bonito de Francia
El actor es el tercer personaje más popular en su país, tras Noah y Zidane
Su papel en Intocable no solo le convirtió en una estrella, sino también en una gloria nacional en Francia. Omar Sy, protagonista de la serie de Netflix Lupin, lleva liderando las listas de los hombres más queridos e influyentes del país desde entonces, por encima de figuras totémicas como el extenista y cantante Yannick Noah o el futbolista Zinedine Zidane. Simboliza el espíritu de superación, el hombre hecho a sí mismo nacido de una familia de inmigrantes (su madre de origen mauritano y su padre, senegalés) de clase trabajadora que se crió en la banlieue.
Nacido en Trappes (mañana cumple 43 años), es el cuarto de ocho hermanos y fue un alumno ejemplar. Su vida cambió al conocer, a los 7 años, a Jamel Debbouze, quien también terminaría convirtiéndose en actor. Todo su entorno lo respetaba como si fuera una autoridad y fue el primero en decirle que tenía talento para la comedia. Fue también Debbouze el que lo recomendó para el que sería su primer trabajo en Radio Nova, mientras continuaba estudiando un módulo profesional (de calefacción y aire acondicionado).
Pero no seguiría el camino como técnico en reparaciones como querían sus padres, porque en EL 1997 se cruzaría en la emisora con Fred Testot, con el que terminaría formando un dúo cómico, Omar et Fred.
Un año más tarde, la pareja artística desembarcó en Canal +, de nuevo gracias Jamel Debbouze que conducía el espacio Le cinema de Jamel. Le seguiría Le Visiophon, donde la pareja analizaba la actualidad en clave satírica. En el 2005 consiguieron su propio programa: Service après-vente des émissions o como se le conocía SAV des émission, una serie de humor que se perpetuaría en el tiempo hasta el año 2012 y en el que Sy llegó a interpretar a más de 25 personajes, entre ellos el Capitán Chocolate o Doudou y muchas parodias de políticos (de Sarkozy a Le Pen) o de personajes de la cultura popular (Mario Bros). Como él mismo ha confesado, este periodo no solo le sirvió para ir adquiriendo popularidad, sino que fue un laboratorio para probar ideas locas a través de los guiones de los sketches basados en el absurdo.
EL CESAR Sy comenzó a tener pequeños papeles en películas. Su primera aparición importante fue en El Raid (2002) y su primer protagonista en la comedia coral Nos jours heureux (2006) película de Olivier Nakache y Éric Toledano, que volverían a contar con él en Intocable, gracias a la que ganaría el Cesar a la mejor interpretación. En ella interpretaba a un inmigrante con antecedentes penales que entraba en el servicio de un aristócrata parapléjico. La historia estaba basada en hechos reales y su adaptación al cine se convirtió en un fenómeno, llegando a recaudar más de 400 millones de dólares en todo el mundo. En España, fue la responsable de que se popularizara la comedia francesa. ¿Qué tiene Omar Sy de especial? Todo y nada. Es afable, con una vis cómica que gusta a hombres y mujeres, que hace reír a los de izquierdas y derechas, a los jóvenes y a los mayores. Está casado, tiene cinco hijos y no constan polémicas, más allá de algún chiste mal entendido. En el 2012 se mudó a Los Ángeles y comenzó a gestar una carrera internacional, al mismo tiempo que siguió participando en películas francesas como Samba, de nuevo con Nakache y Toledano, Monsier Chocolat, de su amigo Roschdy Zem o El doctor de la felicidad, otra feelgood movie, su especialidad.
Su primer papel importante en Hollywood fue en la saga XMen: Días del futuro pasado, donde encarnaba al mutante Bishop, capaz de absorber la energía y liberarla a través de sus manos. Le seguiría su incorporación a otra franquicia, la de Parque Jurásico en Jurassic World y también puso voz a un Transformer en El último caballero. Ahora disfruta de su primer protagonista a escala mundial con la serie de Netflix Lupin en la que le da la vuelta al mítico ladrón de guante blanco surgido de las novelas de detectives de Maurice Leblanc, no solo por su color de piel, sino por su carisma y desparpajo.