Plácido Domingo cumple 80 años

Como una roca a la que nada puede afectarle, ni el covid padecido la pasada primavera en Acapulco (México), ni el sonado escándalo de los testimonios de nueve mujeres que le acusaron de acoso sexual en sus inicios en la profesión. Así es Plácido Domingo, plusmarquista de la lírica que ayer cumplió 80 años a pleno pulmón, con ganas de pasar página de la amarga experiencia americana donde pasó de un Tycoon de la ópera –fue director de la ópera de Washington y de la de Los Ángeles– a ver cómo se cancelaban contratos con él y se abría una investigación tras ser denunciado. Domingo se ha instalado en Europa donde sí tiene compromisos a la vista. El intérprete tiene ganas de pasar página. Domingo, como Montserrat Caballé, ha dedicado toda su vida a la música y no tiene intención alguna de jubilarse.

Ha sido de los pocos cantantes capaces de trascender más allá de la lírica gracias a esos conciertos multitudinarios de Los tres tenores, que realizó con Pavarotti y Carreras. No solo se puede poner la medalla de ser uno de los cantantes con más roles, también sorprende la cantidad de palos, como dirían los flamencos, que ha tocado. Más allá de Verdi, pilar de su carrera, ha cantado a Wagner, repertorio ruso, ópera francesa, música barroca y obras contemporáneas. Y ha sido un destacado embajador de la zarzuela.

A lo largo de sus 61 años de carrera ha cantado con todas las grandes divas. Él que cuando empezaba tenía como referentes a cantantes como Miguel Fleta, Galliano Masini y Giuseppe di Stefano espera que los jóvenes cantantes del mañana sigan su estela artística.