LOS 25 AÑOS DE AGITACIÓN SOCIAL DE ‘EL VÍBORA, EN EL CENTRO DE HISTORIAS.
Una exposición reúne 60 viñetas de la revista ‘El Víbora’ y rescata sus 25 años de agitación social
El espacio expositivo zaragozano acoge una muestra con 60 de las viñetas más relevantes de esta emblemática revista contracultural y underground que marcó una época en España desde la década de los 80 y hasta su cierre en el 2005. La muestra se podrá ver hasta el próximo 18 de abril.
La publicación, que se editó entre 1979 y el 2005, congregó a los autores más subversivos y transgresores
El Centro de Historias de Zaragoza se sumerge de lleno en la contracultura y el cómic underground de la mano de El Víbora, la revista que se editó en España entre 1979 y 2005 y que congregó a los dibujantes más transgresores y subversivos. Una exposición ha recuperado más de 60 historietas de autores de referencia como Nazario, Max, Gallardo, Mariscal, KIM o Calonge, estructurando una muestra que invita a viajar a esa época en la que la autocensura casi ni se concebía. Porque si algo caracterizó a El Víbora durante sus más de 300 números fue su libertad con mayúsculas y sus ganas de transgredir las convenciones morales y las pautas éticas y estéticas de la historieta clásica.
La exposición El Víbora. Comix para supervivientes se podrá ver hasta el 18 de abril y se centra en la primera etapa de la revista, en los inicios de la democracia, cuando Barcelona se erigió como el centro de la cultura underground y los fanzines se vendían bajo mano en los alrededores de las Ramblas. La muestra fue presentada ayer por la vicealcaldesa Sara Fernández, el concejal de Participación Ciudadana, Javier Rodrigo, y el comisario de la exposición, Rubén Lardín. También participó por videoconferencia Emilio Bernárdez, director de La Cúpula, la editorial que publicó la revista durante 25 años.
La muestra, compuesta en su totalidad por dibujos originales –algo inusual en estos tiempos en que casi siempre se trabaja en digital–, se abre con la famosa primera portada de Nazario. Y en ella aún aparece el título de Goma-3, como iba a llamarse en un pricipio la revista si bien las autoridades de la época no lo autorizaron por su similitud con el explosivo utilizado por ETA. Sin duda, toda una declaración de intenciones de la publicación, que llegaba para romper con todo.
«Hay cosas que publicamos en esos años que hoy no me atrevería a publicar. El humor no debería tener esos vetos, pero ahora prima la autocensura porque hay temas que no se pueden tocar», reconoció Bernárdez, quien reivindicó el papel de este tipo de revistas porque «normalizaron» muchos temas que antes parecían tabú.
El Víbora dejó de editarse en enero del 2005, herida de muerte por la crisis de las publicaciones en papel y la caída de lectores. Y por lo que dijo ayer Bernárdez las posibilidades de que vuelva a llegar a los quioscos son casi nulas. «Fue hija de su tiempo y cumplió su objetivo durante esos años, publicarla ahora no tendría demasiado sentido», dijo.
El Víbora importó el manga cuando nadie lo conocía y dio a conocer a muchos autores. En la exposición, por ejemplo, hay un dibujo de Ops, el primer seudónimo de El Roto. La muestra también cuenta con representación aragonesa con dos historietas de los 80 de Alberto Calvo y Calpurnio (en la revista también colaboraron Luis Royo y Francis Palacios).
La exposición, que estará en la sala de la Cripta del Centro de Historias hasta el 18 de abril, recuerda el número especial que realizó la revista con motivo del golpe de estado del 23-F o la fotonovela que Almodóvar publicó en ella en 1982. La muestra sumergirá al visitante en el universo de El Víbora, una publicación que llegó a imprimr tiradas de 80.000 ejemplares y que se rebeló contra el orden establecido y la estética convencional.