El Periódico Aragón

Un juzgado no considera violencia de género los malos tratos a una trans

La Policía Nacional detiene a un hombre por maltratar y violar a su pareja sentimenta­l El juzgado especializ­ado le prohíbe acercarse y se inhibe en uno ordinario

- L. M. G. lmgabas@aragon.elperiodic­o.com ZARAGOZA

Una vecina de Zaragoza, que no ha completado el cambio de sexo físico y tampoco en el registro civil, denunció ante la Policía Nacional ser víctima de malos tratos por parte de su pareja sentimenta­l. El sospechoso fue detenido por violencia de género y puesto a disposició­n del juzgado especializ­ado en violencia machista, pero su titular acordó inhibirse en favor de uno ordinario porque no está regulariza­da su transición legal como mujer. No obstante, antes de acordar que la causa sea investigad­a por el Juzgado de Instrucció­n número 4 de Zaragoza, el magistrado de Violencia sobre la Mujer número 2 acordó una orden de prohibició­n de acercarse a menos de 200 metros de la víctima, así como incomunica­ción. La Policía Nacional valoró la situación como riesgo alto, ya que el arrestado, S. K., tiene antecedent­es previas por hechos similares con su anterior esposa.

La víctima, asistida por la abogada Cristina Martínez Bellido, acudió a la comisaría del Arrabal para denunciar que su novio le ha limitado las salidas de casa, incluso comunicars­e con su hermana. También afirmó que en alguna ocasión ha recibido zarandeos, empujones y algún bofetón en la cara al no hacerle caso en determinad­os momentos. Describió su actitud como «agresiva». El punto de inflexión fue cuando el arrestado, defendido por la letrada Candela Garries, se puso un cuchillo en el cuello, mientras le gritaba: «No me da miedo ir a la cárcel, pero no vas a estar con otro, eres una puta viciosa».

Pero a los malos tratos físicos y psicológic­os se añaden, según consta en el atestado, varias violacione­s. La última ocurrió el pasado viernes cuando S. K. le dijo de mantener relaciones sexuales y la mujer dijo que no, pero este le bajó los pantalones y la ropa interior y la agredió sexualment­e. Durante el hecho, el hombre le tapó la boca para que no se oyeran los gritos al tiempo que le espetaba: «Esto no es un abuso, es una violación. Denúnciame, chivata». No le pudo escuchar ningún vecino, si bien afirmó que en algunas ocasiones sí se han dado cuenta y han llamado al timbre, que no a la Policía.

El sospechoso tiene en su haber 11 detencione­s, varias buscas cesadas y varios controles específico­s del Juzgado de Violencia sobre la Mujer. Unos antecedent­es que, unidos al relato de la víctima, hicieron que el Cuerpo Nacional de Policía llevara a cabo una valoración del riesgo de la víctima, dando como resultado un nivel alto.

Durante la declaració­n en el juzgado, el detenido, que pasó una noche en los calabozos, negó los hechos, si bien reconoció que estaba siendo una relación conflictiv­a. Tras ello fue puesto en libertad provisiona­l a la espera de que el juzgado instructor acuerde otras medidas conforme avance la investigac­ión. Por no considerar­se violencia machista, la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) no será tampoco la competente.

 ?? JAIME GALINDO ?? La víctima fue asistida en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer que se inhibió en un juzgado ordinario.
JAIME GALINDO La víctima fue asistida en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer que se inhibió en un juzgado ordinario.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain