Miquel Iceta, ministro de Política Territorial y Carolina Darias releva a Illa en Sanidad
El presidente realiza un ajuste de mínimos en el Gobierno ante la salida de Salvador Illa Los relevos no alterarán el trabajo de la Moncloa ni la relación de PSOE y Podemos
Pedro Sánchez es un presidente dado a los cambios y los giros de argumento, pero ayer siguió el guion. No hubo sorpresas. La salida de Salvador Illa del Ministerio de Sanidad, para volcarse en la campaña catalana como candidato del PSC, motivó solo leves movimientos dentro del Ejecutivo, que no afectarán a su funcionamiento ni a la relación entre el PSOE y Podemos. «Es un reajuste mínimo», dijo Sánchez en una breve comparecencia sin preguntas. Illa fue sustituido por Carolina Darias, hasta ahora titular de Política Territorial, y el puesto que la dirigente canaria deja vacante lo pasa a ocupar Miquel Iceta, primer secretario del PSC.
«Los nuevos ministros conocen muy bien los ámbitos donde desarrollarán sus tareas. Les avala su experiencia y sus cualidades», señaló Sánchez, destacando la participación de Darias en el «día a día de la gestión de la pandemia con las autonomías y las cualidades de Iceta. «Es una persona de construir consensos», dijo, algo que resulta «imprescindible» en un «Estado en el que la cogobernanza ha llegado para quedarse». Sobre todo, frente al covid, ya que la Sanidad está «en manos» de las comunidades.
Las últimas semanas han estado marcadas por las diferencias entre el Gobierno y los territorios, que reclaman que el primero apruebe medidas más estrictas, y el líder del PSC llega también para intentar volver al acuerdo. Igual de Darias. A menos de 20 días de los comicios en Cataluña, Sánchez se esforzó como todo el Gobierno en arropar a Illa, ensalzando su «capacidad de diálogo» y «respeto».
MOVIMIENTOS ANTICIPADOS Extraoficialmente, porque nunca se puede dar nada por seguro hasta que el presidente toma la decisión final, en la Moncloa llevaban semanas anticipando los movimientos aprobados este martes. A diferencia de otros relevos, sobre todo en sus primeros tiempos en el poder, cuando se vio obligado a sustituir a Màxim Huerta y Carmen Montón debido a distintos escándalos, el jefe del Ejecutivo ha tenido esta vez mucho tiempo para meditar los cambios.
El cambio de Iceta por Illa como cartel electoral se pactó en noviembre, cuando el todavía líder de los socialistas catalanes concluyó junto a Sánchez que el ya exministro podría sacar mucho mejor resultado que él. «A Miquel se le debe mucho», señalan en la dirección del PSOE. Iceta fue uno de los pocos líderes territoriales socialistas, y desde luego el más importante, que mantuvo su apoyo a Sánchez durante la durísima batalla de las primarias del 2016. A diferencia de otros barones, nunca ha criticado en público las iniciativas del presidente del Gobierno Ahora Iceta deberá pilotar la relación con las comunidades autónomas. En especial, con Cataluña. Si el independentismo vuelve a lograr mayoría el 14-F y mantiene la Generalitat, el nuevo ministro tendrá que reiniciar la «mesa de diálogo» con el Govern, pactada con ERC a cambio de su abstención en la investidura de Sánchez. Pero si se cumplen las expectativas de los socialistas e Illa logra convertirse en president, posibilidad que se antoja difícil por el
complejo escenario de pactos tras los comicios, el organismo no se reactivará de la misma forma.
Ni Madrid, donde residió en su etapa de diputado, ni la Moncloa, donde trabajó como miembro del Gabinete de la Presidencia, son territorios desconocidos para Iceta. Aun así, según los planes de Sánchez, el regreso del líder del PSC a la capital española debería haberse producido antes, hace un año y medio, cuando el jefe del Ejecutivo intentó que presidiera el Senado, una posibilidad que el independentismo frustró. Después, tras las elecciones generales en noviembre del 2019, su nombre sonó con fuerza para incorporarse al Ejecutivo.
La trayectoria de Darias es más corta, pero la nueva ministra de Sanidad tampoco llega a esta cartera como una completa novata. Lleva ya un año en el Gobierno. Desde su antiguo departamento, ha participado junto a Illa en el Consejo Interterritorial que reúne al Ejecutivo y a las comunidades autónomas para intentar pactar medidas frente al virus. A Darias, como a Illa, se le retrata como una dirigente de carácter templado, con capacidad para mantener buenas relaciones con la oposición. Pero llega a Sanidad en un momento especialmente complicado: en plena tercera ola, con los contagios batiendo récords, las comunidades autónomas pidiendo al Gobierno que se mueva y el reparto de vacunas sometido a altibajos por los problemas de las farmacéuticas.
En la oposición, la salida de Illa sigue dando motivos de crítica. La portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, mantenía ayer que la sociedad se pregunta ahora si las decisiones del Gobierno ante la pandemia se han tomado por interés político o por interés general y aseguró que el Gobierno de Sánchez es un Ejecutivo «sin cabeza» que opera como «acelerador» de la crisis.