Garzón pide tiempo para abaratar el recibo de la luz a las familias
El ministro de Consumo asegura que cumplirá «todos los objetivos» Sostiene que una eléctrica pública, sin ser la «panacea», aliviaría la situación
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, aseguró ayer en el Congreso que «se están haciendo las reformas adecuadas» para abaratar el precio de la energía, pero insistió en varias ocasiones en que la consecución de los objetivos buscados «requiere tiempo».
«Reformar el sistema requiere voluntad política, capacidad para abordar una estructura de oligopolio y requiere tiempo», explicó ante la Comisión de Sanidad y Consumo de la Cámara Baja, antes de asegurar que el Ejecutivo está «comprometido» en cumplir «todos los objetivos» del acuerdo de coalición y que «lo hecho hasta ahora va en la dirección correcta».
En este sentido, señaló que el Ministerio para la Transición Ecológica estima una reducción del 40% del precio de la electricidad en los últimos dos años «sin perjuicio de oscilaciones» como la sucedida en los primeros días del año, coincidentes con el temporal Filomena, y explicó, como ya hiciera anteayer la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que la mayor introducción de renovables en el sistema, y el menor peso de tecnologías con costes variables más elevados, permitirán reducir el precio.
Garzón, que dedicó la primera parte de su intervención a explicar el funcionamiento del sistema eléctrico y de la conformación de precios, insistió también en dos aspectos que, a su juicio, impiden una mayor caída de precios. Por un lado, una estructura de «oligopolio» donde tres empresas controlan el 60% de la oferta y sus filiales comercializadoras hacen lo propio en la demanda del mercado. Por otro, el funcionamiento de ese mercado, que determina los precios a partir del coste de la energía más cara.
«Tres empresas controlan la mayoría del mercado de compra y de venta, y uno no puede suponer ni presuponer, por ceguera ideológica, que la formación de precios se da en naturaleza perfectamente competitiva y buscando la minimización de ese precio», afirmó el titular de la cartera de Consumo.
A este respecto, Garzón considera, según expuso ayer, que una empresa pública, «sin ser la panacea, podría reequilibrar esta estructura» y «rebajar la capacidad de las tres grandes empresas de determinar precios».
Respecto al funcionamiento del mercado marginalista, el ministro señaló cómo permite rentabilidades por encima de su coste operativo a instalaciones como la nuclear o la hidráulica, los llamados beneficios caídos del cielo, y por ello planteó una revisión de la fiscalidad por la que actualmente se rigen estos beneficios.