El autor reconoce el interés porque su libro sea una serie
Lo que Ian McGuire ya ha ganado, además del apoyo del público y del buen hacer de sus trabajos, es el premio de que su anterior novela, ‘La sangre helada’ se haya convertido en una serie de la BBC que será estrenada a finales de este año. No se atreve a decir si ‘El abstemio’ correrá la misma suerte. «Se que hay interés pero de momento no puedo anunciar nada», dice el escritor con la humildad del que sabe que su literatura gusta. he sentido particularmente nervioso sobre cómo iba a ser la acogida», dice.
El libro muestra también el tejido sobre el que se construyó la trama revolucionaria irlandesa, vinculada a los fenianos norteamericanos. «El movimiento revolucionario se financió gracias a los irlandeses desplazados a Estados Unidos, incluso el IRA durante el siglo XX fue sufragado en buena medida desde allí. Así que aunque pareciera un movimiento local, era en realidad internacional». Esta idea se concreta en la figura de Doyle, el cruel mercenario, veterano de la guerra de secesión americana que pone su experiencia al servicio de los fenianos. «Eso fue algo muy habitual en ese movimiento: reclutar a los que habían combatido porque tenían experiencia militar», explica.
No era muy consciente el autor mientras escribía del reflejo ideológico que su novela histórica proyectaba en la actualidad. «Esta novela habla de la violencia política y de los límites que la gente está dispuesta a traspasar en nombre de una ideología, una causa, una creencia o un nacionalismo», asegura, sintiendo que la actual relación entre Gran Bretaña e Irlanda, pese a la paz, sigue siendo un terreno difícil que el debate del brexit ha dejado en evidencia, especialmente en relación a Irlanda del Norte.
«Todavía es pronto para valorar las consecuencias de la decisión de abandonar la Unión Europea. Y además la pandemia ha complicado mucho nuestro día a día. Yo personalmente creo que marcharnos ha sido una equivocación, pero la sociedad británica quizá necesite algunos años para darse cuenta de lo que hemos perdido voluntariamente».