Vicerrectores universitarios a tutiplén
Este hipertrofiado número de altos cargos en el campus de Zaragoza es inconcebible en el momento actual
El pasado día 22 de enero se hizo público el nuevo equipo rectoral de la Universidad de Zaragoza, integrado por 15 vicerrectores, mitad hombres y mitad mujeres como mandan los protocolos de lo políticamente correcto, a los que hay que añadir el secretario general y el gerente. Probablemente, no me hubiera llamado la atención ese elevado número de vicerrectores de no haber sido porque unos días antes leí que el nuevo Gobierno de los Estados Unidos está formado por 20 ministros. A la vista de esa escasa diferencia cuantitativa entre ambos gobiernos, la pregunta que me hice fue ésta: ¿cómo es posible que 20 personas puedan gobernar un país como Estados Unidos y que, en cambio, se requieran 17 personas para gobernar una universidad de tamaño mediano como es la aragonesa?
Ese hipertrofiado número de altos cargos universitarios resulta inconcebible en el momento más crítico de nuestra economía y con un elevadísimo número de personas sin empleo como consecuencia de la ruina que nos ha traído el coronavirus. No sé si el rector tiene la obligación jurídica de justificar ante el claustro universitario por qué necesita ese abultado equipo de gobierno, pero aunque no la tenga considero que tiene el deber moral de hacerlo, dada la excepcional situación económica en que nos encontramos. En estos momentos política de acoplamiento de cada uno de los grupos ideológicos que contribuyen al equilibrio del puzzle gubernamental de la institución. En el caso de la universidad, ese equilibrio se basa en los intereses creados, tanto ideológicos como personales, de los profesores y de los miembros del personal de administración más activistas y estrategas.
Meyer y Rowan (1983) van más allá y tildan de estafa el modo
Los que ocupan