Compromiso con la formación de los trabajadores
El Gobierno de Aragón quiere apostar por la multinacional Becton Dickinson para garantizar el suministro de jeringuillas en la comunidad durante el proceso de vacunación. El presidente del Ejecutivo autonómico, Javier Lambán, destacó ayer que esta empresa situada en Fraga será «de forma paulatina» la referencia a la hora de adquirir los suministros para un proceso «que por desgracia» todavía va a durar muchos meses. Con este aplicador se logra vacunar a un 15% más de población con la misma cantidad de fármaco.
Este cambio de tendencia será paulatino, aunque según el líder del Ejecutivo el departamento de Sanidad ya le compró el pasado año a la multinacional más de 2,5 millones de jeringas. Sin embargo, las últimas remesas para el inicio del proceso de vacunación en la comunidad se adquirieron en Italia, algo que sucedió «por cuestiones técnicas» debido a las complicaciones de la contratación pública y que ahora el propósito de la DGA se ha modificado. En septiembre llegaron 1.870.000 unidades del modelo Caress y se llegó a decir que no estaba planificado variar de suministrador, en ese caso la empresa Nacatur.
El director de la planta fragatina, Javier Pardiño, destacó la labor ((El crecimiento de Becton Dickinson en Fraga va asociada a una mayor necesidad de empleo. Desde la multinacional y el Gobierno de Aragón mostaron su interés en «acercar» la Formación Profesional (y los estudios universitarios) a la planta a fin de posibilitar la contratación de nuevos trabajadores una vez finalizado su periodo de formación. Esto supondría mejorar el programa de prácticas que ya se está ejecutando. El sector requiere a técnicos especializados en sectores como la robótica, la digitalización y todo lo relacionado con la industria 4.0. que se está haciendo en Becton Dickinson, pues el producto que ofrecen es el «más idóneo» para inocular las dosis. Son compactas permiten el aprovechamiento al máximo de las dosis. Según sus responsables, en el caso de España, puede favorecer un ahorro de cientos de millones de euros, en función del precio final de la vacuna. Se caracteriza por su sencillez de utilización y puede suministrarla cualquier profesional sanitario que habitualmente no trabaje con extracciones. Becton Dickinson recibe solicitudes de gobiernos de todo el mundo para tener esta jeringa. La compañía ha comprometido hasta el momento 500 millones de unidades de jeringas en diferentes países.
En este contexto, Pardiño confirmó que se está trabajando en una segunda línea de producción que permitirá duplicar las 225 millones de jeringas que produce en la actualidad. Y aumentar una plantilla que ya forman 750 personas. Desde el Gobierno de Aragón se ofreció apoyo para los planes de ampliación, destacando que se buscará favorecer la Declaración de Interés Autonómico (DIA) de la iniciativas. Y al mismo tiempo se baraja sumar su actividad a los proyectos que puedan recibir financiación europea dentro de los fondos de reconstrucción.
Lambán reconoció que en un contexto de crisis económica es necesario reconocer el gran valor de una empresa «pujante e innovadora». Destacó además el «gran arraigo» de la planta en la zona ya que se instaló hace más de cuarenta años y destacó que genera «cientos de puestos de trabajo relacionados con la digitalización industrial» siendo «un destacado elemento dinamizador» para el Bajo Cinca.
Reconoció que es una empresa puntera necesaria para la reactivación económica. Así, Lambán admitió que los datos sobre el paro son «demoledores» sobre todo por situación de la hostelería y el turismo. El empleo solo creció en sectores estratégicos como la industria y la agroalimentación. «Dentro de la gravedad de la situación se puede ver un punto de esperanza», incidió al confiar en el impulso de las renovables y la logística para favorecer una recuperación más rápida del empleo que en otras comunidades más dependientes del turismo. (( ((