Limitada inversión en investigación de los Veintisiete
las capacidades de producción, abonados en parte.
La Comisión Europea critica que AstraZeneca, en lugar de comenzar a almacenar los 100 millones de dosis que tenía que entregar en el primer trimestre a la UE, utilizara sus factorías europeas para suministrar al Reino Unido ante los problemas en las factorías británicas. Ahora AstraZeneca ha indicado a la UE que solo podrá suministrar el 25% de las dosis prometidas en el primer trimestre. Pfizer también ha recortado la entrega de las partidas previstas desde la pasada semana. El Gobierno alemán reconoce que habrá penuria de vacunas durante al menos diez semanas, mientras la expansión de variantes más contagiosas hace aún más urgente una vacunación rápida.
Dos informes del Consejo de Análisis Económico, asesor del Gobierno francés, alertan del declive de la innovación farmacéutica gala, por los recortes en la inversión y las malas condiciones laborales de los investigadores, un panorama extrapolable a la mayoría de la UE. Esta penuria podría explicar el fracaso de la vacuna del Instituto Pasteur y el pinchazo de la de Sanofi, un grupo que recorta casi a la mitad el personal de investigación desde 2008.
Alemania y Suecia son los países de la UE que mayor porcentaje del producto interior bruto (PIB) dedican a investigación y desarrollo: el 3,17% y el 3,39%, frente al 1,25% de España, al 1,45% de Italia y al 2,19% de Francia. Quizá por ello fue una firma alemana, BioNTech, la que desarrolló junto a Pfizer la primera vacuna exitosa contra el covid-19 autorizada por la UE. La otra vacuna de la UE en fase avanzada también ha sido creada por una firma alemana: CureVac.
Los gobiernos podrían promover acuerdos con otras farmacéuticas para aumentar la producción ante la situación sanitaria, a la que se suman los estragos socioeconómicos en la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de empeorar las previsiones de este año para la eurozona.