La cepa inglesa mata en Madrid a 11 abuelos de una residencia
Todos los internos se han contagiado tras la primera dosis de Pfizer
La variante británica del coronavirus, más contagiosa y probablemente también más letal, parece estar detrás de un importante brote que ha causado la muerte de 11 internos de la residencia Vigor de la población madrileña de Becerril de la Sierra e infectado a la totalidad de los mayores. También han resultado contagiados 17 trabajadores. El brote se originó el 7 de enero a partir de la infección de dos empleados. Actualmente hay cuatro residentes hospitalizados, dos de ellos en situación «muy preocupante», según explicó ayer el viceconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero.
Las PCR practicadas a los afectados indican una alta sospecha de que se trate de la cepa británica. Queda comprobarlo a través de la secuenciación genética, pero el 98%-99% de los casos en los que lo indica la PCR son confirmados posteriormente por está técnica, más laboriosa.
El brote surgió en la residencia poco después de que se pusieran las primeras dosis de la vacuna de
Pfizer, que empieza a crear inmunidad a las semana de haberse administrado. En este caso parece que no ha dado tiempo o no ha sido lo suficientemente efectiva. El centro se había librado de los contagios masivos de la primera ola, por lo que ninguno de los internos tenía anticuerpos .
La Consejería de Sanidad ha precisado sus cálculos sobre la presencia de la cepa británica en la región, situándola ahora en un 10% de los casos pero con una presencia de más del 20% en varias zonas. La semana pasada la había estimado en un 9%, pero quizá fuera una sobrestimación porque la B117 gana terreno multiplicándose entre una 1,5 y 2 veces por semana.
Aunque la Comunidad de Madrid roza los mil casos por 100.000 habitantes a 14 días, «todo apunta a una ralentización», según el viceconsejero, que se desmarcó de las palabras del vicepresidente Ignacio Aguado. Este dijo el miércoles que ya no se implantarían nuevas restricciones y que si las quería el Gobierno que las implantara él. «Si es necesario tomaremos nuevas medidas y el Gobierno regional nos apoyará», advirtió Zapatero.