La música como un medio de primer orden para mostrar su ideología»
Sobre el concurso del que habían nacido las canciones, Marco Antonio de la Ossa cuenta «que tuvo recompensa económica y se llegaron a hacer conciertos para que estas llegaran a los soldados». Sin embargo, analiza, «el éxito fue relativo porque el aprendizaje de una nueva canción con un texto algo más elaborado no era tan relevante como otras canciones heredadas de las milicias, de otros conflictos o de canciones populares que todo el mundo conocía... Estas trece canciones eran marchas militares, canciones bélicas, algún pasodoble...».
Y es que la música durante el conflicto bélico español jugó un papel fundamental en ambos bandos según narra el autor de
«Ambas facciones vieron
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Investigación esta obra: «Fue muy importante ya que, desde el primer momento, ambas facciones lo vieron como un medio de primer orden para mostrar su ideología y movilizar a toda la población culpabilizando al contrario y reafirmando su razón». En ese ambiente, «se grabaron diferentes cancioneros y se propusieron concurso de composición para nuevos repertorios y que llegaran a través de la radio o se interpretaron por las múltiples bandas de música que había en la épocas».
Para este volumen, el autor investigó en el Archivo General de la Guerra Civil española de Salamanca, donde halló el cancionero saboteado, y en el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, donde encontró la primera edición. Lo que no ha podido encontrar aunque sigue buscando, «es el disco donde quedaron registradas estas canciones», afirma.
Sobre el autor o los autores de este sabotaje «poco se sabe» aunque el autor de esta investigación, no cree que tuvieran mucho futuro: «Probablemente, los fusilarían en cuanto los descubrieran aunque existe la posibilidad de que lograran escapar ya que había mucho movimiento hacia Cataluña o el frente del Levante».