30 acusados reconocen un fraude al Estado de 413.000 €
Una red de empresas ficticias se lucró con falsos contrato de trabajo
Una treintena de los 41 acusados de defraudar 413.000 euros a la Seguridad Social a través de falsos contratos de trabajo realizados por siete empresas ficticias se reconocieron ayer culpables en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza y se beneficiaron por ello de condenas entre seis meses y dos años, en lugar de los cinco pedidos inicialmente por la fiscal.
Varios de los acusados están en rebeldía y otros, por diferentes motivos, no acudieron a la vista oral. Además, tres de los imputados no llegaron a acuerdo y mantuvieron su inocencia. El juicio seguirá el 18 de febrero.
Una de las principales acusaciones es que esos contratos amañados les daban derecho a cuantiosos cobros del paro, casi 6.000 euros. Pero uno de los no conformes, O. C. L., español, dijo que lo más que llegó a cobrar fueron «ciento y pico euros» a los que tenía derecho por trabajar en una suplencia de vacaciones como mozo de almacén.
Una de las acusadas, no conforme con el acuerdo, F. B. D., señaló que acudió a una gestoría regentada por el coacusado Joaquín G. F. y que pagó 225 euros por el papeleo de su contrato. Indicó que pensaba que el contrato y la empresa eran legales. De hecho, gracias al contrato consiguió permiso de residencia, que era uno de los objetivos del fraude según las acusaciones. En cambio, no consiguió regularizarse.
Assia A. manifestó que no llegó a trabajar y que para pedir permiso de residencia utilizó el contrato de residencia en Extranjería. «No era consciente de la falsedad», declaró esta acusada que tampoco se conformó. Jaime P. B., como acusado conformado con el acuerdo, negó que hiciera contratos y que fue enviado por una tercera persona a acompañar a una inmigrante a Extranjería a regularizar su situación. «No pensé que estuviera cometiendo un delito», afirmó.
Otro acusado, Pedro S. S., dijo que se relacionaba con la gestoría regentada por Joaquín G. F., el principal imputado, y que los contratos que hizo «no eran falsos». La abogada Olga Oseira, que defendió a cinco acusados, mostró su «satisfacción», por el acuerdo.