El Periódico Aragón

El hallazgo de Yamoussou

Pacheta saca la mejor versión de un Doumbia eficaz y creciente bajo el reflejo de Yaya Touré

- SERGIO RUIZ ANTORÁN eparagon@elperiodic­o.com HUESCA RUMBO A BRUSELAS MADRID

En esa diminuta aldea agrícola se instaló una reina. Yamoussou, princesa de los baoulé, huía hacia el interior de la colonizaci­ón. Francia ocupaba la costa del Golfo de Guinea, aquella que bautizó de marfil por el rico comercio cobarde que extraía de los colmillos del gran elefante africano. De esas chozas un siglo después queda poco. Sobre sus cenizas se eleva la tercera catedral más grande del mundo, la mayor de África, una réplica de San Pedro del Vaticano. El lago Kossou es ahora un enorme embalse que amordaza al río Bandama. Esos 500 agricultor­es son ahora casi 300.000 ciudadanos de Yamusukro, la ciudad de Yamoussou, la capital administra­tiva de Costa de Marfil, la cuna de Idrissa Doumbia, la roca, el descubrimi­ento de Pacheta.

Ser un elefante. Ese era el sueño de Idrix. De él y de todos los niños costamarfi­leños. Y lo sigue siendo. Jugar con la camiseta de la selección del paquidermo enfurecido. Quizá en los Juegos de Tokio, sean cuando sean, o en un Mundial. Como Drogba o Yaya Touré, aquel al que admira y con el que tanto le han comparado. Su planta de bicharraco (1,87), su posición, su prolongada zancada, eran excusa para que los analistas le calcaran con el exmedio del Barça y del City. Mucho queda para ser su sombra. Aunque jugando como lo hizo ante el Valladolid se acercará paso a paso. «Para mí es bueno volver al césped y al once inicial. Por eso vine y disfruto jugando», sonríe por fin Doumbia.

Apenas está dando sus primeros gateos de gloria en Primera. Ser el último en llegar, una inoportuna lesión y la referencia de Mosquera le llevaron al ostracismo con Míchel (seis partidos como suplente para 89 minutos). Quizá también los clichés que caen, por desconocim­iento, racismo o tópico, sobre el jugador africano. Doumbia no es un cinco defensivo, un cacho de músculo, un trotón. Tiene toque, impone su presencia física, pero no es un atleta de choque.

La baja del gallego le ha dado una oportunida­d coincidien­do con la avenida del entrenador burgalés, que está aceptando y acaparando. Dos titularida­des sin derrota y 165 minutos. Sus números le muestran como un medio infalible. Ante el Valladolid no erró ningún pase y acumula en diez presencias (dos de Copa) una estadístic­a notabilísi­ma: 215/227 (94,1%). Añade 25 robos, aunque solo gana el 45% de sus duelos. «Pacheta me ayuda mucho en el campo y me pide cosas. Incluso cuando hago algo que no está bien me corrige, pero me anima. Creo que aprendo mucho y eso me ayuda. No estoy a mi mejor nivel, pero si empiezo a enlazar partidos no estaré lejos de encontrarl­o», explica Idrissa Doumbia.

Los balones en largo o pisar algo más el área son su déficit en un medio al que es complejo quitar la pelota, la sabe proteger, la reparte bien con ambas piernas, refleja calma y ha rebajado el impulso por el regate que le condenó en su primera época en Europa.

Porque Idrissa ya no es el mocete que acaparó las miradas en el Campeonato Africano U17 en febrero del 2015. Sus dos goles ante Camerún y Suráfrica fueron oro para su selección y abrieron la codicia de los ojeadores del Anderlecht. Él apenas se había formado en la Academia Jaguar de Yopougon y jugado una temporada en la segunda marfileña en el Bingervill­e cuando firmó un contrato profesiona­l de cinco años en Bélgica.

No fue todo perfecto. Tuvo que conformars­e con el filial, disputar solo tres partidos con el primer equipo y tragar con una cesión al Zulte Waregem. La fricción con el entrenador Rene Weiler terminó de provocar una salida.

Su destino sonaba a conflicto. Chechenia. Grozny. Dos millones y medio de traspaso al ruso Akhmat, llamado así por homenaje al antiguo presidente del club y de la república musulmana asesinado en 2004 con una mina colocada bajo su grada en el propio estadio. En 16 partidos, por fin, se aprecia ese potencial y el Sporting de Lisboa lo recluta en invierno. En medio año, duplica su valor en el mercado (4,3 millones y una cláusula de 60), y capta la atención del mismísimo Liverpool tras un amistoso ese verano. Se tiñe el pelo de rubio o se deja una cresta mohicana y caen más comparacio­nes. Ahora con Pogba. Tanto que en la prensa portuguesa no negó su deseo de verse en el Manchester United o el Madrid, con el que se enfrentará mañana.

Ese arranque esperanzad­or en los leones se ve frenado con 22 aparicione­s insuficien­tes para una estrella emergente. El Atalanta italiano, el Nantes o Angers franceses y el Galatasara­y turco se interesan por sus huesos pero es el Huesca quien se lleva la puja con una cesión con opción a compra. Ha costado verle pese a ser tan larguiruch­o. Habrá que ver cómo afecta el regreso de Mosquera, si se achica o sigue engrandeci­éndose como el Huesca. Como esa pequeña aldea de chozas donde llegó la reina Yamoussou y ahora se levanta el Vaticano africano. Creciendo juntos hacia la permanenci­a.

Por fin una buena noticia para el francés Zinedine Zidane. El capitán del Real Madrid, Sergio Ramos, se ejercitó ayer por segundo día consecutiv­o al mismo ritmo que sus compañeros y todo hace indicar que estará disponible para el partido de mañana sábado en el que el equipo visita al Huesca (16.15 horas).

El regreso es un alivio para el técnico galo ya que tras la expulsión del brasileño Éder Militao en la derrota contra el Levante del pasado fin de semana (1-2) se le complicaba­n las alternativ­as en el centro de la zaga. Precisamen­te podría ser esta circunstan­cia la que ha llevado al preparador a adelantar el regreso del capitán.

Además, el defensa Nacho Fernández también se unió a los entrenamie­ntos junto al resto de sus compañeros tras haber superado el coronaviru­s, del que dio positivo el pasado 25 de enero. En esta sesión ya no estuvo el belga Eden Hazard, al que este miércoles se le diagnostic­ó una lesión

Titular en los dos últimos partidos lleva un 94% de acierto en pases completado­s

Nacho, de baja desde el 25 de enero, también vuelve tras superar el coronaviru­s

muscular en «el recto anterior izquierdo». Otro contratiem­po más para el jugador llamado a ser la estrella ofensiva desde su llegada en verano del 2019, pero desde entonces ha sumado diez lesiones y se ha perdido 44 partidos, más de los que ha podido disputar. Han sido 35.

Por su parte, los también lesionados Dani Carvajal, Lucas Vázquez y Rodrygo Goes todavía no pudieron incorporar­se al grupo. Entrenaron al margen y alternaron trabajos sobre el césped de la Ciudad Deportiva de Valdebebas con ejercicios en el gimnasio, donde se quedó en la jornada de ayer el uruguayo Fede Valverde.

El entrenamie­nto de ayer del Real Madrid se centró en ejercicios de posesión y recuperaci­ón de balón, además de trabajo táctico y, como apuntó el club en su página web, finalizó con partidos en campos de reducidas dimensione­s. Zinedine Zidane, una vez ya superado el coronaviru­s, prepara un partido crucial para su continuida­d en el club después de la derrota el sábado frente al Levante, aunque también lo es para la SD Huesca.

El Anderlecht lo fichó de la Segunda de su país tras lucirse en el Africano U17

 ?? LALIGA ?? Idrissa Doumbia circula con la pelota controlada después de zafarse de un defensa del Athletic en un partido de esta temporada.
LALIGA Idrissa Doumbia circula con la pelota controlada después de zafarse de un defensa del Athletic en un partido de esta temporada.

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