Birmania vive su protesta más masiva desde hace 13 años
Más de 10.000 personas toman las calles de Rangún
Decenas de miles de personas salieron ayer a las calles de Rangún, la ciudad más importante de Birmania, en una nueva jornada de protestas contra el golpe de Estado perpetrado el pasado 1 de febrero. Ya lo habían hecho el sábado, cuando se produjeron las primeras manifestaciones masivas en las que, según varias fuentes, se dieron cita más de 10.000 personas. La protesta, tras el golpe militar y la detención de la líder de facto Aung San Suu Kyi, es ya la más multitudinaria en el país desde el 2007, en la conocida como Revolución del Azafrán, por el color de las togas de los miles de monjes budistas que lideraron las protestas contra el régimen militar.
Los manifestantes recorrieron las calles de manera pacífica como muestra de desobediencia civil, pese al bloqueo de las principales redes sociales e internet decretado por el Ejército. La Policía bloqueó el acceso a algunos de los lugares principales de la capital, aunque no se informó de ningún tipo de incidente violento. El objetivo de los manifestantes fue llegar a la Pagoda de Sule, en el centro de la ciudad, muy cerca de la Universidad de Rangún, uno de los lugares más custodiados.
«¡No queremos una dictadura militar! ¡Queremos democracia!», corearon los manifestantes. Además de la manifestación de Rangún, se registraron movilizaciones en más de una docena de ciudades del país, incluidas la capital, Naipyidó; Mandalay, segunda ciudad del país tras Rangún, o Mawlamine, donde se informó de disparos, aunque no hay noticias de heridos, según la BBC.
Los manifestantes saludan con tres dedos alzados, un símbolo de los manifestantes pro democracia en Asia popularizado a partir de la saga de películas Los Juegos del Hambre.
Además se ven numerosas camisetas y globos rojos, el color del partido Liga Nacional para la Democracia de la líder depuesta, Aung San Suu Kyi, cuya liberación es pedida por toda la comunidad internacional salvo China.